martes, 21 de abril de 2015

HALL OF FEMME- Guatemala 2015

“Si se supone que es un movimiento nos tenemos que mover todas”

Fotografía Numa Dávila 

Por Numa Dávila

Viernes 17 de abril- Una tarde, un calor sobrenatural, una sala repleta de mujeres hablando, bailando, rimando, pintando, maquinando…


Entre Mc’s (raperas), Bgirls (bailarinas), graffiteras y hermanas, se encontraron reunidas distintas mujeres representantes de la escena hip hop en Guatemala. Durante la primera edición del Hall of Femme –evento que da a conocer el lado femenino de la cultura Hip Hop- realizada en el país,  mujeres jóvenes provenientes de distintos puntos de la ciudad atendieron a la convocatoria para dar lugar a uno de los eventos que podría marcar un punto de partida y unión para la escena del hip hop femenino en Guatemala.


Durante el día hubo espacio para la convivencia y se realizó un taller impartido por la rapera feminista Rebeca Lane. Por la tarde se hicieron las presentaciones artísticas públicas del conjunto de mujeres que convergieron y se manifestaron a través del arte urbano.


Dentro de las muchas reflexiones y mensajes de denuncia expuestos por las artistas, los temas de violencia y acoso sexual callejero fueron los que más brotaron en este encuentro. La necesidad de las mujeres por empoderarse de herramientas de expresión, por compartir con más mujeres y hacer reflexiones en conjunto parece haber sido el punto clave de este encuentro.


“Creo que este evento va a trascender porque nos unimos las chavas - aparte del taller- al conocernos y reconocernos como humanas.” Expresó Mc Coco, Rapera y actriz, quien participó en el encuentro.



Reflexiones sobre el porqué del poco graffiti callejero realizado por mujeres, fue una de las preocupaciones expresadas por Ariz, artista graffitera quien comentaba que: “En Guatemala no hay grafiti de mujeres porque las chavas viven con miedo de ser violadas, asaltadas, entonces su salida más fácil es un lienzo. Sería bonito que hubiera una movida más grande de graffiti femenino pero para eso hay que crear colectivos y grupos para salir. 

La importancia de la autogestión y la generación de espacios desde y para las mujeres fueron algunas de las proyecciones del encuentro, al igual que temas como la sororidad y la consolidación de un “movimiento que nos mueva a todas” –idea manifestada por la Mc MG-  quien al ser su primera vez en un escenario “más grande y fuera de su barrio” concluía su experiencia en el Hall of Femme diciendo: “Yo espero que todas nos llevemos el deseo de volver a reunirnos”

Nosotras, como Mujeres Ixchel, compartimos la alegría de estos nuevos espacios de denuncia, resistencia, lucha y creación entre mujeres…

Porque para crear un movimiento ¡definitivamente tenemos que movernos todas!

lunes, 6 de abril de 2015

Mujeres Albañiles rompiendo prejuicios machista


Fotografía Wara Vargas : Ticona traslada herramientas para su trabajo, La Paz Bolivia/Bajo Lleta


Fotografías de Wara Vargas 
Texto: Guiomara Calle
 La Paz, Bolivia 
Ante la desigualdad en la remuneración, la falta de espacios, la discriminación y prejuicios machistas en contra de las mujeres albañiles, este sector decidió conformar en La Paz un sindicato que vele por sus derechos. 

“Vayan a la cocina”, “¿no tienen algo que remendar?, “vayan a dar leche a sus hijos”, “solo los hombres servimos para esto (construcción)” son algunos de los muchos insultos que enfrentan las mujeres albañiles en sus fuentes laborales por parte de los varones del rubro, dijeron  35 afiliadas a la Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc) de La Paz.
Elizabeth Ticona, secretaria general de Asomuc, detalló que las mujeres en la construcción también soportan la desigualdad en la remuneración y citó como ejemplo que un ayudante hombre gana Bs 100, por determinado trabajo, mientras que a la mujer le pagan Bs 80, pese a que realiza la misma labor.
“Queremos sindicalizarnos porque hay mucha desigualdad contra nosotras, empezando desde los sueldos. Si vamos a seguir sometidas a los hombres, nunca nos darán espacio para ascender, ellos quieren que seamos peón o ayudante para siempre y no tenemos oportunidades para ser maestras de obras o contratistas”

Ante esta situación, Asomuc tramita su personería jurídica para ser un sindicato legalmente constituido. “El objetivo principal de este sindicato es ir contra la discriminación que sufre la mujer en este rubro, vamos a recoger y atender las denuncias que lleguen y hacer respetar las leyes”.
Actualmente, la asociación cuenta con 35 afiliadas, aunque se esperan más miembros una vez que se consiga la personería. La mayoría de este grupo es madre soltera o separada.

Justina Soria de Torrico, de 60 años y especializada en pintura, contó que es el sustento de su esposo, quien ya no puede trabajar por su edad avanzada, y del estudio de sus tres hijos. “La ventaja es que nosotras somos más detallistas por naturaleza, entregamos trabajos de primera.
Los hombres piensan que la construcción es solo para ellos, por eso nos insultan, pero nuestro trabajo demostró lo contrario”

Trámite. Regina Flores, de 34 años, ingresó al rubro hace tres meses. Ella contó que sus días comienzan a las 04.00, pues debe dejar listo el almuerzo antes de ir al trabajo. “No hay mucho descanso para mí, el fin de semana es para lavar ropa”. También recordó que la primera vez en una construcción, unos albañiles le dijeron que “vaya a la cocina”. “Yo les respondí que vayan ellos, porque yo tengo que trabajar”.

“Mi familia está orgullosa de mí, incluso mi hija dice que cuando sea grande quiere ser constructora, pero yo quiero que sea profesional”, manifestó Sonia Quispe, de 32 años. Relató que desde un comienzo enfrentó el desprecio de los albañiles. “Me gusta comparar nuestro trabajo con el de ellos, y nosotras lo hacemos mejor, con más detalle”.   
Fausta Quispe, de 39 años y divorciada, señaló que debe solventar los estudios universitarios de su hijo de 18 años, pues su papá se niega a enviar más dinero. “Mi hijo quiere ser arquitecto y yo tengo que trabajar para eso”. fausta recordó que una vez tuvo un altercado con un albañil. “Ni siquiera había empezado a trabajar y me dijo ‘inútil’, hay mucho machismo”.
Actualmente, Nevy Chacón, de 45 años, tiene a su cargo a cinco albañiles hombres en una obra de Río Seco (El Alto). “Nos está costando mucho enfrentarnos a los hombres, pero hay que defendernos. En este rubro aprendí a gritar, porque solo así ellos respetan”.
“A todas las mujeres que quieran trabajar, decirles que sí se puede, éste es un rubro bonito y amplio. No tenemos por qué dejarnos humillar con los varones, ni con nuestros esposos, hermanos ni compañeros de trabajo. Estamos dispuestas a recibirlas con los brazos abiertos”.

*Articulo publicado en febrero de 2015 en La Razón de Bolivia, Fotografías proporcionadas por Wara Vargas a Mujeres Ixchel.