Para Andrea Franulic hablar de terrorismo y pornografía es sinónimo de risas. Al menos así lo demostró cuando nos reunimos luego de su charla en la Universidad de Concepción en el marco del evento 40 años Sur.
C
uando escuchó que queríamos saber su opinión sobre el pornoterrorismo, pasó por distintas sensaciones. Le causó risa, manifestó cierta ignorancia respecto al tema y le contó a sus colegas feministas que daría una pequeña entrevista sobre un tema totalmente queer, y éstas le desearon la mejor de las suertes.
Nos sentamos y comenzamos con un “cuéntame” de parte de Franulic. Conversamos, confesó que en su vida ha visto muy poco pornoterrorismo y me devolvió la pregunta, como si estuviéramos en medio de un pin-pon.
¿Es parecido al posporno?, preguntó. Me contó que lo poco que vio fue de una chilena que que estaba en Barcelona, pero que ni del nombre se acordaba, y de las imágenes que pudo ver, no le gustó. “yo he visto algunas cosas de España y vi un documental de pornoterrorismo que era de una chilena que estaba en Barcelona, pero no me acuerdo del nombre de ella y ahí vi imágenes de pornoterrorismo y a mi particularmente no me gusta”.
La pornografía como institución de dominio a las mujeres
Y no lo deja ahí. Da razones explicitas sobre lo que pretende crear el pornoterrorismo y lo que se espera, si es que algo se espera. “No entiendo, no veo una estrategia transgresora o subversiva, ni que desmonte nada, o sea ni la heterosexualidad”.
Es que para Franulic todo esto de la pornografía “refuerza la ideología y la institución como institución de dominio en las mujeres”, aunque sí rompen con la estética del pornopatriarcal.
“Pueden colocar a mujeres con mujeres y qué sé yo (…), por ejemplo escenas lésbicas y que rompa la estética del porno patriarcal”, pero eso no logrará que podamos inferir de ello algo que sea subversivo, contra las normas, para Andrea todo esto sigue siendo conservador.
Y no sólo conservador, “refuerza un estado masoquista como práctica (…) si eso parece subversivo a mi me parece conservador en el sentido de reforzar como el sadomasoquismo es algo que siempre ha estado impregnado al cuerpo de las mujeres”.
Andrea lo ve de forma histórica. Para ella las mujeres tienen años, milenios de sadomasoquismo, “entre Cristo sangrando en una cruz y con toda la lógica que significa para las relaciones humanas”. Entonces manifiesta su total desacuerdo.
Heteronormatividad, prácticas agresivas y teorías sospechosas
Para Franulic, lo agresivo que pueda llegar a ser o no el pornoterrorismo no sirve para desarticular de manera alguna aquellas prácticas heteronormadas. Porque para la entrevistada ser heterosexual ya es lo suficientemente agresivo y violento. “creo que la heterosexualidad es una institución muy agresiva ya desde el momento que a las mujeres se les obliga a ser heterosexuales”.
Con todas las instituciones físicas y simbólicas que son expresiones patriarcales, como nos comenta Franulic, “ya hay un dominio, una agresividad, sin pensar en las cosas ya agresivas como el uso de la ropa, el uso de los taco alto de los zapatos o lo que sea”, con el que tenemos suficiente.
Y entonces hablar de pornoterrorismo para Franulic resulta un circulo vicioso, dar vueltas en lo mismo una y otra vez desde la violencia a otro punto violento para desarticular la violencia, reforzada por los grupos que supuestamente son subversivos, “hay que tener mucho ojo, porque a mí me parece que pueden ser intervenciones claras para perpetuar un sistema de violencia”.
Andrea encuentra sospechoso el pensamiento que está tras el pornoterrorismo. El alimento teórico que posee es cuestionable a su parecer y supone que la academia está atrás con teorías posmodernas que avalan estas prácticas políticas que ella califica como feas y agresivas.
El pornoterrorismo, el arte y la performance: nada que ver
Para Franulic la ética y lo estético van de la mano. Y últimamente las expresiones artísticas han fragmentado la estética y la política. Antes, el arte estaba completamente relacionado con la política “porque te dicen que esto es subversivo entonces es irruptor, pero éticamente como yo considero que es conservador forzar las lógicas de dominio. En este sentido me parece que no es ético, es feísimo que una mujer golpeé a otra”.
Que una mujer “agarre una vagina o coloque en los pezones pinzas o lo que sea me parece feo estéticamente y me parece que además como performance hubo un momento en la historia en que se hicieron, como en los 70y tenían más sentido político”.
En el contexto histórico en el que estamos ahora, pleno siglo XXI “somos parte de un mundo donde todo es espectáculo, todo es mediático (…), son muchas repeticiones de lo que ya ha existido, ni siquiera son originales”.
“Nos están diciendo que las performances representan algo, pero no están representando nada”. Es como Andrea describe lo que para ella es todo lo contrario al arte, a lo rupturista y disidente.
Pornografía, pedofilia y transexualidad: “No me gustan”
“Yo creo que hay que abandonar la pornografía, pornografía patriarcal, feminista y terrorista, posporno, lo que sea”. Cuando tomamos el tema directo de la pornografía como tal Franulic muestra su directo disgusto y manifiesta que para ella la industria del porno tiene detrás “ trafico de mujeres, de niños, trafico de niñas, venta compra, abuso, drogadicción de niños y niñas”, incluso detrás del pornoterrorismo.
El porno no es sólo playboy o una mujer como objeto sexual. Andrea se detiene y plantea que “cualquier cosa que diga posporno está legitimando esta práctica que es la pedofilia o el tráfico de mujeres (…) no me gusta ninguna expresión, creo que la pornografía tiene que desaparecer como tiene que desaparecer la civilización patriarcal y debemos construir otra cosa, otras relaciones humanas y con otro contexto sexual”.
No solamente siente rechazo a las prácticas pornográficas, performaticas o terroristas, sino que también admite ”no me gustan los transexuales o travestis” y es que Andrea cree que “son una imitación burda de las mujeres y una caracterización burda de lo que somos las mujeres y creo que las mujeres somos más que una performance y más que un discurso”.
Para Andrea, que “los trans” asuman el discurso de las mujeres y el feminista es “un robo”. Franulic invita a “los trans” a que se organicen, a que hagan su propio discurso, que creen su política y que no se tomen del de las mujeres, porque para ella, las mujeres no se han sentido mujeres, sino que han padecido ser mujeres.
Fotografías extraídas de la web oficial de Margarita Pisano.
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