Por Cristina Chiquin
Recorrer las calles de Nebaj[1] un 29 de Diciembre obliga
a pensar en los 18 años de "Paz" que ese día se conmemoran en
Guatemala. Aunque esa paz tan solo nos deje el amargo consuelo de poder revelar
las atrocidades cometidas por un Ejército que, dirigido por las élites de poder
del país, masacraron y asesinaron al pueblo.
Bajo ese sueño de paz se
encuentra la memoria de miles de víctimas de la violencia y la represión, entre
ellas la población ixil, quienes sufrieron en su territorio masacres,
desapariciones forzadas, violaciones sexuales, asesinatos y otros vejámenes
cometidos por el Ejército de Guatemala.
A pesar del dolor vivido, las
familias ixiles sobrevivientes lucharon por contar su verdad y su lucha rindió
frutos cuando se logró llevar a los tribunales al ex dictador Efraín Ríos Montt
y el ex jefe de inteligencia José Rodríguez Sánchez. Ambos fueron acusados por Genocidio
y delitos contra los deberes de humanidad al ser actores intelectuales de la
muerte de más 1777 indígenas ixiles. El tribunal de Justicia guatemalteca
sentenció a Efraín Ríos Montt por los delitos que se le imputaban y con esto se
afirmó la verdad de lo ocurrido: Sí hubo Genocidio en Guatemala.
Y en esta misma etapa de
"Paz" la Corte de Constitucionalidad anuló el juicio realizado,
borrando un proceso de años y de vidas, queriendo retrasar la justicia. Está
misma Corte ha anunciado la apertura del proceso para el pasado 5 de enero.
El gobierno actual sigue pidiendo
amnistía para los militares implicados en el Genocidio, buscando los mecanismos
para dejar en impunidad los delitos cometidos por el ejército y las cúpulas de
poder de Guatemala.
En Nebaj la vida siguió entre
luces navideñas, fiestas y trabajo; la vida continuó su curso, pero el olvido
no llega. Las calles tranquilas del pueblo se engrandecen cuando se recuerda la
verdad dicha por las mujeres y hombres ixiles y eso lo sabe el pueblo de
Guatemala y lo sabe el mundo.
La tan ansiada Paz aún será
lejana mientras no se haga justicia y mientras la tranquilidad no llegue a los
pueblos. La Paz llegará cuando cese el despojo, cuando cese la muerte y la
violencia, la represión y la criminalización contra la vida.
Justicia!
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