jueves, 15 de marzo de 2018

Reivindicar la historia de las luchas de las mujeres. Un diálogo con Silvia Federici.


Silvia Federici - Ciudad de Guatemala , 14 de Marzo de 2018
Fotografía Cristina Chiquin 

Gladys Tzul Tzul
Instituto Amaq’.


Silvia Federici, fue una niña que nació en la época de la segunda guerra mundial. Recuerda su infancia de cuando su madre y padre escapaban de los bombardeos. Esa experiencia la marcó “Ahí me quedó claro como es que se vive en una sociedad que es solidaria. Mi padre era profesor de filosofía, él daba clases, pero no le pagaban con dinero, sino que con sal o con algún otro alimento”, dice, mientras me cuenta sus recuerdos sobre la guerra. En su visita a Ciudad de Guatemala, dictó un seminario de  tres días sobre reproducción social, la quema de brujas, el trabajo doméstico y el género en Marx, en la cátedra  Karl Marx de la Escuela de Historia de la USAC.  Junto a George Caffentzis dictaron una conferencia sobre los Comunes en la Ciudad en la Escuela Superior de Arte.  También dialogó con mujeres del Movimiento de Mujeres Indígenas Tzununija’ sobre la larga resistencia de las mujeres al interior de las comunidades en la guerra y contra los proyectos extractivos. La presente conversación recoge algunos de éstos elementos.



Gladys Tzul.
Hola Silvia,  bienvenida a Guatemala. Quisiera conversar sobre tu producción teórica, pero a partir de dos situaciones concretas sobre las luchas de las mujeres indígenas.
La primera es que nuestras luchas tienen genealogía propia, por ejemplo en la guerra fueron las mujeres las que buscaron a sus maridos desparecidos, formaron el Comité Nacional de Viudas de Guatemala, y fueron ellas mismas las que se opusieron al reclutamiento militar forzoso de sus hijos.
Las mujeres fueron protagonistas en el momento del refugio de la guerra, por ejemplo organizaron procesos de alfabetización en los campamentos de refugiados en el sur de México, se encargaron de producir la comida, siguieron cultivando las tierras. Son mujeres indígenas comunitarias que no vienen de una lucha del feminismo, sino que tienen genealogías comunales indígenas de lucha. Ellas supieron responder a la guerra y lo siguen haciendo hoy día por no permitir la instalación de la minería y  las hidroeléctricas como en el caso, eso vemos en  San Miguel Ixtahuacán, o en el Ixil. Lo hicieron como madres, como hijas, como comunitarias.
Te pongo este escenario, pues, varias mujeres indígenas no nos nombramos como feministas, porque reivindicamos nuestras historias comunales de lucha. Pero, sabemos que las mujeres luchamos, sabemos que en las ciudades las mujeres luchan en contra del aumento del alquiler de la vivienda, también sabemos que en Argentina  y otras ciudades las mujeres organizaron el gran paro contra la violencia en el 8M. Por ellos para mi, la cuestión es: ¿De lo que ha producido el feminismo qué podemos tomar para alimentar nuestras propias luchas como mujeres indígenas? por eso tu reflexión sobre la reproducción de la vida, sobre el patriarcado del salario, o análisis  del tránsito del feudalismo al capitalismo son vitales. Este es el panorama con el que te doy la bienvenida a Guatemala.

Silvia Federici.
Es un panorama muy interesante en términos políticos e históricos. Puedo agregar que esta situación sucede en otros contextos históricos. Yo nací durante el periodo de la segunda guerra mundial. En esa región del norte de Italia, mi ciudad se llama Emilia en Parma, una región de larga tradición campesina. Ahí las mujeres fueron primera línea por la lucha anti fascista, participaron en la lucha partisana, construyeron redes de apoyo para los que se iban a la montaña.  Yo también reivindico esta historia.  Para mi la lucha del feminismo es importante, aunque en la década de los noventa el feminismo ha sido cooptado por los gobiernos, instituciones por la Naciones Unidas y usan el feminismo para integrar a la mujeres al proceso desarrollo capitalista y para usar a las mujeres como fuerza de trabajo barato. No sólo usaron la fuerza del trabajo por la reproducción, sino que también para el trabajo en las maquilas. Para mi el feminismo, es una lucha que tiene una historia y que tiene diversas formas en los países, pero que se ha enfocado a analizar y luchar contra la jerarquía que la sociedad capitalista ha construido entre hombres y mujeres. Esta jerarquía ha servido para debilitar la lucha común, por ejemplo, muchas de las mujeres que en mi región lucharon contra el fin del fascismo quedaron marginalizadas por sus propios compañeros. Entonces fueron las feministas de los años 70 y 80  las que escribieron sobre las mujeres partisanas que lucharon en la guerra. Esto para mi ha significado el feminismo, un enfoque específico que sobre todo es un enfoque comprometido con cambiar la forma en la que se reproduce la vida. Pues la mujeres ha sido la principal protagonista de la reproducción de la vida. Este trabajo no ha sido reconocido. No lo reconoce la institución, pero tampoco sus propias familias, ni sus compañeros.
Las mujeres han pagado un precio muy fuerte, pero los hombres también han pagado un precio alto por esta desvalorización de las mujeres. Entonces, para mi, el feminismo no es una lucha contra los hombres.  El feminismo pues, es un movimiento que se nutre de otras alternativas que tantas mujeres han hecho en varios contextos diferentes para defender sus comunidades y para cambiar su vida.

Gladys Tzul Tzul
Para seguir el dialogo, y al respecto de lo que dices, que las mujeres fueron primera línea en la lucha contra el fascismo, podrías enumerar algunos ejemplos. Mi pregunta es para producir un contraste en las formas. Por ejemplo aquí las mujeres crearon campamentos de alfabetización, que frenaron el reclutamiento militar forzoso, son las que hoy día siguen buscando en las fosas clandestinas los cuerpos de sus familiares. La reconstrucción de éste país (después de la guerra armada) ha sido gracias al trabajo comunitario de las mujeres. ¿Cómo se reconstruyeron en Italia?


Silvia Federici.
Es diferente, pues la Italia de la que yo hablo la tierra ya había sido privatizada, la tierra ya era de pequeños productores, entonces nosotros tenemos una tradición diferente a la del trabajo comunitario. Las mujeres que lucharon, son mujeres urbanas que vivían el barrios obreros. Mucho veces su trabajo consistió en tener las redes ocultas y de hacer el trabajo de reproducción de la lucha: hacer la comida, producir las formas de comunicación con la gente que esta en el monte, eran ellas las que organizaban redes de comunicación de campo.  Muchas veces corrían grandes riesgos, fueron parte importante de la infraestructura de la lucha clandestina. Fueron ellas las que tendieron el entramado de la relaciones entre la ciudad y el campo. Pues ellas se podían mover más fácilmente sin despertar sospechas. En el campo, por ejemplo las mujeres producían vegetales y eran ellas las que se oponían cuando los fascistas reclamaban la producción del campo, pues en la guerra la comida estaba racionada. Entonces las mujeres en el campo ocultaban parte de la producción, no entregaban todo lo que producían. Esa fue una fuente de lucha. El campo es el lugar que sustenta a la ciudad y ese era el trabajo que ellas realizaban.
Mis dos tías trabajaron en el campo toda su vida. Yo conozco la historia del sustentamiento alimentario porque ellas me contaron de cómo a partir de sus hermanas mandaban comida a la ciudad

Gladys Tzul Tzul
Hagamos otro contraste: Guatemala/ Italia /Nigeria. Viviste en Nigeria y  en Calibán y la Bruja reflexionas sobre lo común.

Silvia Federici.
En Nigeria, el trabajo de la  mujer es fundamental  a pesar de que yo fui en un momento en el que Nigeria estaba siendo impactado por las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetaria Internacional, en el momento que comienza la crisis.

Gladys Tzul Tzul
¿Qué entendemos por crisis?

Silvia Federici.
Es una pregunta muy importante des mitificar el concepto de crisis. ¿cuál crisis? ¿De quién?  Pues es una crisis  creada artificialmente que empieza a la mitad de los año 70. Es una crisis que se manifiesta en lo que yo llamo la huelga del capital. Con la decisión del  Club de Roma.  (Empresarios que se reúnen en 1977)  y se pusieron de acuerdo para reducir las inversiones . Esa fue la respuesta del capitalismo a la gran ola de lucha anticolonial, obrera y estudiantil.  En ese momento los Estado Unidos aumenta inmensamente la tasa de interés sobre los dólares. Entonces, lo países que habían salido del colonialismo y había buscado préstamos en dólares, inmediatamente se encontraron en crisis.

Gladys Tzul Tzul
¿Es una crisis de la deuda?

Silvia Federici.
Sí,  es una crisis de la deuda creada artificialmente. Es la primera manifestación del despojo. Pues  es la forma de crear una nueva forma de dominación. Entonces, daban préstamos y condicionaban a la reforma del Estado, a la privatización de las tierras comunales, devaluar la moneda. Y con ello se restablece una relación de subordinación. Obligan a producir para Europa y Estado Unidos, a cambiar las formas de producción agrícola. A eliminar  los beneficios  que la lucha anticolonial  había logrado. Es un proceso que en su conjunto en el que se transforma la economía global.


Gladys Tzul Tzul.
En los tiempos de la crisis, las mujeres han sido primera línea.

Silvia Federici.
Sí, el trabajo de reproducción que las mujeres ha salvado a las comunidades, a la sociedad en general. Y no sólo se trata del trabajo concreto de reproducción, sino que también el trabajo afectivo de reproducción, el cariño, el apoyo. Son las mujeres las que hacen una sopa caliente te dan un abrazo  y  te dicen que tenemos que tener fuerza para seguir en la vida.



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