jueves, 30 de junio de 2011

No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos


Substrato Colectivo

No sabes como tengo llagada la memoria, Al despertarme en las penumbras de la realidad, de dibujar con ansiedad el rostro de tu nombre, desde que apagaron la luz y me dijeron, que al salir de la universidad nunca volviste a casa, que llevabas una playera de John Lennon, que al terminar la manifestación ya no te encontraron, y que te vieron por ultima vez con la falda azul, esa la que mas te gustaba Pero créeme te acaricio sin tocarte, te veo sin mirarte, te hablo sin alzar mi voz, te sigo amando, te estoy buscando

Porque el tiempo se cristalizo desde El 78 o El 80 o quizás del 82 al 84, y los meses se fusionaron, enero es mayo y diciembre es un octubre rojo, y las fechas juegan en las regresiones, 15 no es 15 sino 6 y 6 se fue con marzo y marzo con 80 Porque desde entonces me llamo Raúl, Wendy, Claudia, Paco, Vladimir,
Rosa, Miguel, Si porque mis padres son Luz Haydee, Oliverio, Rogelia, Edwin, Mirta,
Rosario, Irma, Felipe, porque somos hijos de fantasmas vivos, de personas que se volvieron invisibles, de los que se encuentran en el limbo de la fosa común de los recuerdos, de los que se fueron a ningún
lugar.

Nadie sabia que existíamos, solo los garrotes policiales que tocaban a la puerta, y así aprendimos a cambiarnos constantemente, de pieza de alquiler en pieza de alquiler, aprendimos a pronunciar un idioma
extraño en un país extraño, aprendimos a deletrear el alfabeto del exilio, a reconocer las llamadas anónimas, a compartir las rondas infantiles con el espectro de una panel blanca y a no ser reconocidos
por una patria puta y conservadora 
Nos tragamos las lagrimas en la caja de música que alberga los grises momentos del arrebato, del dolor, de este desamparo y no terminan esas pesadillas camuflageadas de metralletas y galil y estrechar prendas y
fotografías hasta hundirlas en el alma y deshacernos con su olor.

Pero nos desprendieron las falanges del reencuentro y patearon las costillas de la esperanza y nos empujaron a las cavidades profundas de las despedidas forzadas, agujeros en este espacio lento que se marcha
con su gesto de conjuntos vacíos indescifrables, y en ese momento es cuando salimos corriendo al desencuentro con la ausencia

Por eso emprendimos esta manifestación eterna en su búsqueda constante, enarbolando las banderas utópicas de vida, de no renunciar a sus luchas, a romper con los esquemas establecidos, a creer en la
igualdad y en el proletariado.

Por eso gritamos con voces de panfleteras urbanas los nombres de nuestros seres queridos para ajusticiar la amnesia del ejercito genocida y traidor, que nosotros no olvidamos, que existimos y que orgullosamente somos: los hijos de los rebeldes, de los poetas proscritos, de los insurgentes pintores y escultores de
transformaciones políticas, Somos los hijos clandestinos de este maldito sistema, somos los hijos
e hijas de los desaparecidos y desaparecidas

A Ellos In Memorian
Mario Raúl Urizar
1999
HIJOS Guatemala
no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos
H.I.J.O.S. Guatemala*
visítenos en:  *http://hijosguate.blogspot.com/*

Perspectivas feministas de la diversidad sexual


Nalu Faria

El debate sobre la sexualidad estuvo presente en la primera y segunda ola del feminismo, aunque con peso y perspectivas diferentes.  Carol Vance (1) dice que siempre hubo diferencias entre las feministas sobre cómo mejorar la sexualidad de las mujeres y señala que la primera ola fue más proteccionista, mientras la segunda fue más expansionista.  Por proteccionista, entiende a una posición de las feministas que "han intentado consolidar un cierto margen de protección frente al deseo y la agresión masculina (...) y que ésta posición debería florecer cuando se alcance una mayor seguridad”.  Luego, con la visión expansionista y decidida, “creían que las mujeres podían aventurarse a manifestar su sexualidad de forma más visible y atrevida”.

Sin embargo, hay que resaltar que en nuestros análisis y en la tarea de recuperar la memoria histórica todavía no hemos profundizado lo suficiente como para abarcar y captar las posiciones minoritarias e incluso la diversidad de las experiencias.


Este elemento es muy importante para poder analizar el momento que vivimos en relación a la sexualidad, sin que ello signifique caer en la tentación de hacer un análisis lineal, que ve como un continuum los últimos siglos en relación a la sexualidad, puesto que, por regla general, en ese caso, se parte de una visión occidental que no incorpora la diversidad de prácticas y experiencias, ni tampoco la complejidad de la vivencia de la sexualidad.


El feminismo, en el periodo reciente que parte de los años 60, introdujo el cuerpo femenino al espacio de la política.  Los colectivos feministas generalizaron la discusión sobre la importancia del conocimiento del cuerpo como parte de una acción fundamental para enfrentar la negación y los tabúes en relación al cuerpo femenino.  Pero también introdujo el debate sobre la autoestima y colocó a la autonomía como un tema de vital importancia.

El debate partía de cuestiones muy concretas como el conocimiento de la anatomía y fisiología, trabajaba la cuestión de la reconstrucción de la identidad femenina en tanto sujetos, reivindicaba la legitimidad del deseo femenino y afirmaba el contenido revolucionario del placer sexual.


De esta forma, el movimiento feminista fue el que primero cuestionó la supremacía masculina en las relaciones sexuales en un contexto de fuerte oposición al sistema capitalista y a los valores tradicionales, que propiciaba la búsqueda de nuevas formas de organización.


Al denunciar la opresión de las mujeres y los mecanismos de su subordinación en el seno de la familia, el feminismo mostró que lo personal también es político, cuestionando así uno de los pilares fundamentales de la opresión de las mujeres en el capitalismo, que es la separación de la vida entre una esfera pública y una esfera privada.  En esa separación, lo que se vive en la esfera privada y familiar es considerado particular, campo regido -en esta sociedad- por el poder masculino.


El feminismo planteó la importancia de separar la maternidad de la sexualidad y defendió el derecho de las mujeres a expresar su deseo sexual.  Construyó formas colectivas de expresión de las mujeres y de afirmación de su deseo sexual.  Colocó la cuestión de la autonomía de éstas y de su poder para decidir y elegir.  Cuestionó la represión, la imposición y el castigo.  Al cuestionar la supremacía masculina, contribuyó también a construir el concepto de peligro sexual para las mujeres.


En este sentido, la lucha feminista por el derecho al aborto es fundamental para la emancipación de las mujeres pues concreta la separación entre la sexualidad y la imposición de la maternidad.  La defensa del derecho al aborto siempre se impulsó junto con el acceso a los métodos anticonceptivos, aspecto considerado igualmente fundamental para el ejercicio de la sexualidad con autonomía.


El feminismo denunció, además, todas las formas de abuso y violencia contra las mujeres y también el estupro dentro del matrimonio, antes considerado normal, por la supuesta obligación de la esposa de servir sexualmente el marido.  Mostró que la desvalorización generalizada de lo femenino definía un patrón de comportamiento masculino de agresión permanente a las mujeres y la visión de ellas como objeto de posesión, todo ello expresado en forma de bromas, piropos, asedio, humillaciones, estupro.


Defensa de la autonomía y la libertad


En ese momento, el debate estaba centrado en las relaciones heterosexuales.  Eso indica la dificultad de enfrentar la diversidad en relación a la sexualidad al interior del movimiento feminista, pero también el desconocimiento o el no reconocimiento de las experiencias de las lesbianas en colectivos o comunidades.  Según los países, el conflicto ha sido mayor o menor, pero el denominador común es la constatación de que, también en el feminismo, había una tendencia a definir una sexualidad políticamente correcta y a partir de ahí etiquetar negativamente las experiencias que se desviaban de la visión hegemónica.  Joan Nestlé afirma que “En los años cincuenta, sobre todo, las parejas butch-fem formaban la primera línea de las combatientes contra la intolerancia sexual.  (.....)”.  Luego ella incita al debate sobre cómo, en los años 80, el movimiento lesbiano y feminista dejó de formular preguntas y comenzó a dar probables respuestas.  Ella dice: “El dar por sentado tales respuestas cerró nuestros oídos y frenó nuestro análisis”(2).


Ese debate aparece en el movimiento de mujeres justamente a partir de la organización de colectivos lesbianos que cuestionaron el hecho de considerar las relaciones heterosexuales como las únicas normales y lo denunciaron como imposición de la heterosexualidad a todas las mujeres.  Este cuestionamiento traía críticas a las limitaciones del feminismo y a la dificultad de considerar la diversidad de experiencias de las mujeres.


La evolución de este debate, sin profundizar en las diferentes visiones construidas al interior del movimiento, posibilitó contemplar la multiplicidad de factores que intervienen en la sexualidad y contribuyó a la comprensión de la diversidad y variedad de expresiones de la sexualidad femenina.


En los últimos años, el tema de la diversidad sexual ha ganado mucha visibilidad, y, desde el punto de vista organizativo, conviven varias experiencias, tanto de colectivos feministas, como de espacios más amplios denominados GLBT.  Pero una cuestión política que permanece y requiere ser abordada en todos los espacios es la importancia de construir una perspectiva feminista de defensa de la autonomía y de la libertad de las mujeres.  Tener una política expansionista en una sociedad todavía patriarcal y homofóbica, retomando de nuevo al estudio de Carol Vance, presupone combatir todos los peligros en relación a la sexualidad y, a la vez, defender el derecho a la expresión del deseo femenino.


La coyuntura actual, marcada por la exacerbación de la sociedad de mercado, que busca extender y profundizar la mercantilización de todos los ámbitos de la vida, nos plantea nuevos desafíos para definir una política firme en relación a la sexualidad.  El mercado intenta avanzar sobre la sexualidad resignificando, según sus intereses, temas y propuestas construidas por los movimientos.  La banalización de la sexualidad es uno de esos mecanismos, así como el aumento de la prostitución.  En el otro extremo, siguiendo la doble moral sobre la sexualidad, glorifica y refuerza la maternidad como la principal realización de las mujeres, que define su lugar en el mundo.


La lucha por la autonomía en la sexualidad y la construcción de una política firme en relación a la misma, que transgreda las normativas homogeneizadoras, son fundamentales para la construcción de la igualdad en la diversidad.

[1] Vance, Carol.  El placer y el peligro.  En Carol Vance (org).  Placer y
peligro: explorando la sexualidad femenina.  Madrid.  Ed.  Revolución, 1989.  pg 9-49

2 Nestle, Joan.  La cuestión Fem.  Nosotras, nº 6, Madrid.  Colectivo de Feministas Lésbicas.1988, pg 21-30.

- Nalu Faria es Coordinadora de la Red de Mujeres Transformando la Economía -REMTE-, Directora de SOF, Brasil.

Publicado en América Latina en Movimiento, No. 420: http://alainet.org/publica/420.pht

Fuente:  http://alainet.org/active/22952&lang=es

lunes, 27 de junio de 2011

La persistencia del Patriarcado.

 



Boaventura de Sousa Santos * / Página 12 / Rimaweb
 
No hay naturaleza humana asexuada; hay hombres y mujeres y, para algunos, otros sexos. Hablar de naturaleza humana sin hablar de la diferencia sexual es ocultar que la “mitad” de la humanidad integrada por las mujeres vale menos que la de los hombres.
Bajo formas cambiantes según tiempo y lugar, las mujeres han sido consideradas seres cuya humanidad es problemática (más peligrosa o menos capaz) en comparación con la de los hombres. A la dominación sexual que este prejuicio genera la llamamos patriarcado y al sentido común que lo alimenta y reproduce, cultura patriarcal. La persistencia histórica de esta cultura es tan fuerte que, incluso en las regiones del mundo en las que ha sido oficialmente superada por la consagración constitucional de la igualdad sexual, las prácticas cotidianas de las instituciones y las relaciones sociales continúan reproduciendo el prejuicio y la desigualdad. Ser feminista hoy significa reconocer que esta discriminación existe y que es injusta, y desear activamente que sea erradicada. En las actuales condiciones históricas, hablar de naturaleza humana como si fuese sexualmente indiferente, sea en el plano filosófico o en el político, es pactar con el patriarcado.
La cultura patriarcal viene de lejos y atraviesa tanto a la cultura occidental como a las culturas africanas, indígenas e islámicas. Para Aristóteles, la mujer es un hombre mutilado y, para Santo Tomás de Aquino, siendo el hombre el elemento activo de la procreación, el nacimiento de una mujer es una señal de debilidad del procreador. A veces anclada en textos sagrados (la Biblia y el Corán), esta cultura ha estado siempre al servicio de la economía política dominante que, en los tiempos modernos, han sido el capitalismo y el colonialismo. En Tres Guineas (1938), en respuesta a un pedido de apoyo financiero para la guerra, Virginia Woolf se niega y, recordando la marginación de las mujeres en la nación, afirma provocativamente: “Como mujer, no tengo país. Como mujer, no quiero tener país. Como mujer, mi país es el mundo entero”. Durante la dictadura en Portugal, las Nuevas cartas portuguesas, publicadas en 1972 por Maria Isabel Barreno, Maria Teresa Horta y Maria Velho da Costa, denunciaban al patriarcado como parte de la estructura fascista que sostenía la guerra colonial en Africa. “Angola es nuestra” era el correlato de “las mujeres son nuestras” (de nosotros, los hombres), y con el sexo de ellas se defendía la honra de ellos. El libro fue incautado de inmediato porque justamente fue percibido como un libelo contra la guerra colonial, y sus autoras no fueron juzgadas sólo porque entretanto estalló la Revolución de los Claveles, el 25 de abril de 1974.
La violencia que la opresión sexual implica se produce bajo dos formas, hardcore y softcore. La versión hardcore es el catálogo de la vergüenza y el horror del mundo. En Portugal, en 2010 murieron 43 mujeres víctimas de la violencia doméstica. En Ciudad Juárez (México), en los últimos años fueron asesinadas 427 mujeres, todas jóvenes y pobres, trabajadoras de las fábricas del capitalismo salvaje, las maquiladoras, un crimen organizado conocido como femicidio. En varios países de Africa se sigue practicando la mutilación genital. En Arabia Saudita, hasta hace poco las mujeres ni siquiera tenían partida de nacimiento. En Irán, la vida de una mujer vale la mitad que la de un hombre en un accidente de tránsito; en un tribunal judicial, el testimonio de un hombre vale tanto como el de dos mujeres; en caso de adulterio la mujer puede ser lapidada hasta morir, una práctica que, por otro lado, está prohibida en la mayoría de los países de cultura islámica.
La versión softcore es insidiosa y silenciosa, se produce en el seno de las familias, las instituciones y las comunidades, no porque las mujeres sean inferiores sino, por el contrario, porque son consideradas superiores en su espíritu de abnegación y en su disponibilidad para ayudar en tiempos difíciles. Como es una disposición natural, no hace falta siquiera preguntarles si aceptan los encargos ni bajo qué condiciones. En Portugal, por ejemplo, los actuales recortes del gasto social del Estado victimizan en particular a las mujeres. Las mujeres son las principales proveedoras de cuidado a las personas dependientes (niños, ancianos, enfermos, personas con discapacidad). Si con la clausura de hospitales psiquiátricos y la ausencia de soluciones alternativas los enfermos mentales son devueltos a sus familias, el cuidado queda a cargo de las mujeres. La imposibilidad de conciliar el trabajo remunerado con el trabajo doméstico hace que Portugal tenga una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo. Cuidar de los vivos se torna incompatible con desear más personas vivas. Y esto es apenas una expresión extrema de algo que está pasando un poco por todas partes.
Pero la cultura patriarcal tiene, en ciertos contextos, otra dimensión particularmente perversa: la de crear en la opinión pública la idea de que las mujeres son oprimidas y, como tales, víctimas indefensas y silenciosas. Este estereotipo hace posible ignorar o desvalorizar las luchas de resistencia y la capacidad de innovación política de las mujeres.
Es así como se ignora el papel fundamental de las mujeres en la revolución de Egipto o en la lucha contra el saqueo de tierras en la India; la acción política de las mujeres que lideran municipios en tantas pequeñas ciudades africanas y su lucha contra el machismo de los líderes partidarios que bloquean el acceso femenino al poder político nacional; la lucha incesante y plena de riesgos por la punición de los criminales llevada a cabo por las madres de las jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez; las conquistas de las mujeres indígenas e islámicas en su lucha por la igualdad y el respeto de la diferencia, transformando desde adentro las culturas a las que pertenecen; las prácticas innovadoras en defensa de la agricultura familiar y las semillas tradicionales de las mujeres de Kenia y de tantos otros países de Africa; la presencia de mujeres en los movimientos antimineros (recordemos la muerte de Betty Cariño Trujillo en Oaxaca) y en todos los que pelean por el reconocimiento de la naturaleza como “bienes comunes”, tal como ocurre en estos días en la Argentina; la palabra de las mujeres palestinas que, cuando son interrogadas por autoconvencidas feministas europeas sobre el uso de anticonceptivos, responden: “En Palestina, tener hijos es luchar contra la limpieza étnica que Israel impone a nuestro pueblo”.
* Doctor en Sociología del Derecho; profesor de las universidades de Coimbra (Portugal) y de Wisconsin (EE.UU.). Traducción: Javier Lorca.


domingo, 26 de junio de 2011

Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Acción y Prácticas Feminista 18 al 21 de Noviembre de 2011


Bogotá, Colombia

Estamos circulando nuestra propuesta para la realización del Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Acción y Prácticas Feministas (ELCAP Feminista), que se llevará a cabo del 18 al 21 de noviembre, en Bogotá-Colombia. La invitación está abierta para que nos acompañen imaginando y construyendo este proceso, que seguro estará inundado de creatividad, pensamiento crítico ¡y mucho feminismo en acción! Queremos contarles brevemente la génesis y los objetivos del ELCAP, esperando que se animen a compartir sus ideas para la organización y, obviamente, para que programen desde ya la fecha del evento y nos pongamos manos a la obra con la autogestión de recursos y condiciones para la más amplia asistencia.


¿Cómo surge la propuesta?

Las colectivas y feministas independientes que actualmente impulsamos el ELCAP, coincidimos en asumir el feminismo como una apuesta crítica y revolucionaria para pensar-transformar el patriarcado y los otros sistemas de opresión que le son constitutivos. Desde distintos procesos y con historias de vida que apenas se cruzan, nos hemos acercado porque soñamos con escenarios feministas en los que podamos reflexionar sobre nuestras prácticas, intercambiar conocimientos y construir colectivamente a partir de la acción.

Por esta empatía política y dada la próxima realización del XII EFLAC en Bogotá – Colombia, resultamos varias colectivas de esta ciudad juntándonos para compartir dudas, inconformidades y alternativas sobre los encuentros feministas en la región. Felizmente este impulso nos llevó a vincular varias iniciativas que veníamos gestando de forma simultánea: una propuesta para un encuentro feminista popular, otra para un encuentro de acción directa feminista, una que convocaba a jóvenes feministas, una para un festival alternativo y otros proyectos de articulación latinoamericana. Actualmente estamos avanzando en este delicioso experimento, ampliando la convocatoria y esperando la participación desde todas las latitudes.

Sobre el carácter y los objetivos del ELCAP

Como se expone con más detalle en el texto completo de la propuesta, pretendemos encontrarnos alrededor de nuestras prácticas feministas, compartiendo las estrategias que unxs y otrxs empleamos para intervenir, interpelar y transformar las injusticias del patriarcado neoliberal basado en la supremacía blanca (-mestiza), heterosexista, colonial y militarista. Para pensar críticamente y actuar colectivamente apostamos a una metodología y a un proceso organizativo que resulte coherente con los propósitos del encuentro.

En relación con la metodología, estamos diseñando un esquema de talleres-acción, en los que podamos partir del activismo y la experiencia para reflexionar sin el acartonamiento de los auditorios y sin las jerarquías que impone la academia magistral; también buscamos de esta forma pasar del debate a la acción-articulación. En cuanto a la organización del ELCAP, perseguimos la construcción colectiva de un lugar propio, en el que sean las dinámicas feministas y no las lógicas del financiamiento externo las llamadas a definir su carácter. Por esto, asumimos la autogestión como una opción viable y deseable para jalonar el ELCAP con los esfuerzos de las colectivas, feministas y mujeres participantes. Así, ¡este encuentro será realmente nuestro!

Sobre la relación con el XII Encuentro Feminista Latinoamericano y Caribeño – EFLAC

Como hemos mencionado, la realización del próximo EFLAC en Bogotá, fue la coyuntura inmediata que nos animó a reunirnos y debatir sobre el tipo de espacios feministas que anhelamos. En este proceso se hicieron evidentes distancias importantes con la forma en que ha sido organizado dicho evento, que incluyen aspectos como el elevado costo de la participación, la poca apertura en su planeación, el manejo de los recursos y otras de más hondo calado que tienen que ver con las lógicas excluyentes de la financiación externa y el debilitamiento de las energías emancipatorias del movimiento que ésta supone. Sabemos que el tema remite al histórico e intenso debate institucionalidad-autonomía, del cual hemos bebido y hemos sido partícipes, pero que no es el eje del evento al que convocamos. En otras palabras, el EFLAC fue una coyuntura para reunirnos, pero no es ni el punto de partida político ni el centro de nuestros esfuerzos. Por eso, sólo programamos una fecha cercana para no desaprovechar las ventajas en términos de convocatoria que implica hacerlo en el mismo mes, pero estamos lejos de organizar un anti-EFLAC o de descalificar de plano lo que allí se viene gestando. Nuestro interés es refrescar los debates y abordarlos desde la acción feminista más que desde posiciones acabadas, así como vincular a otras mujeres y procesos emancipatorios con afinidades feministas que no se ubican claramente en esta historia.

¿A quiénes invitamos a participar?

El Encuentro convoca a feministas independientes y a colectivas feministas que quieran compartir sus saberes, prácticas y su ánimo organizativo para construir acciones conjuntas. También esperamos la participación de otras mujeres -organizadas o no-, de trans con perspectiva feminista y de otras personas que apuesten a desgenerizarse. Nuestro interés es hacer más amplio y más rico el debate, tender puentes con otros movimientos sociales y hacer accesible el discurso feminista a quienes busquen aproximarse.

Esperamos sus reacciones y aportes. La invitación está abierta para organizar, controvertir, participar, apoyar… ¡Brazos y mentes abiertas, dispuestas a construir colectivamente!

Un saludo feminista,


Comisión coordinadora del ELCAP
 (Movimiento La Sureña - Colectiva Feminista Des.sujetadas - Colectiva Juana Julia Guzmán - Colectiva Feminista de Educación Popular - Colectivo Rexiste Riot Grrrl e independientes.)

sábado, 25 de junio de 2011

Autodefensa feminista: ¡Ni Dios, ni amo, ni agresiones machistas!

Esta sociedad se asienta en la jerarquía sexual que socializa a las mujeres en el miedo, el consentimiento, la obediencia, la adaptación-resignación y en la entrega total a l@s otr@s. La asunción de esta sumisión tiene unos efectos devastadores en la autoestima, que hace que nos culpabilicemos del malestar y la frustración que sentimos en nuestras vidas. Tanto si asumimos estos roles como si intentamos salir de ellos nos sentimos culpables, ahí está la trampa. Este sentimiento provoca actitudes de pasividad-victimismo y bloquea nuestra rabia, necesaria para el cambio. La obediencia a unos roles impuestos aboca al fracaso.

Ante esa obediencia que anula nuestra autonomía, que nos aísla e impide defendernos, al tiempo que favorece el mantenimiento del orden social, proponemos la autodefensa feminista, que es:


- La toma de conciencia de cómo el miedo y la sumisión se ha instaurado en nuestras vidas, y a partir de ahí poder recobrar la confianza, la autoestima psíquica y física, la seguridad que tenemos las mujeres, a nivel personal y colectivo, frente a un sistema que ignora y somete la vida a intereses patriarcales y capitalistas. Entendemos la autoestima física como la capacitación y la recuperación de nuestras herramientas corporales, mediante el entrenamiento (puntual o constante), para saber responder ante un ataque cuando éste suponga una amenaza a nuestra integridad física. Esta autoestima nos genera la confianza y la seguridad necesarias para estar tranquilas y poder posicionarnos y decidir con claridad cómo reaccionar ante una situación de la mejor manera, ya que no siempre es necesario el enfrentamiento corporal. Además nos proporciona bienestar psíquico para romper las barreras físicas impuestas.


- Una actitud que nos prevenga, nos proteja y nos posibilite una respuesta frente a la violencia. Reconocer el miedo y situarlo, libera la rabia y nos prepara para pasar a la acción. Por eso, reivindicamos la rebeldía como mecanismo de protección y acción ante todo aquello que nos violente.


- Apoyo mutuo. No podemos delegar ni confiar en que las instituciones (jueces, militares, policías, políticos...) resuelvan la violencia patriarcal pues son ellas las que la ejercen, la necesitan y legitiman. La autoridad moral y legal culpabiliza a la víctima (violación, acoso, maltrato...), criminaliza libertades (aborto...) e impide la libertad de nuestras propias vidas. Desde la conciencia personal y colectiva como mujeres en esta sociedad, queremos superar el individualismo y desarrollar el apoyo mutuo como forma de relacionarnos. Porque buscamos fórmulas que nos permitan una resistencia más eficaz, así como la organización creadora e intensa de nuestras realidades.


- Feminista, distinguiéndola de autodefensa femenina que se limita a la defensa personal sin afrontar ni cuestionarse las causas de la violencia.


¡¡¡Ante el terrorismo patriarcal... autodefensa feminista!!!


[Extraído de la publicación ibérica MUJERES PREOKUPANDO, Valencia, 2004]


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Ideas para cuando camines por la calle sola o en cualquier situación donde te sientas insegura


Puedes tener encima un objeto de defensa como GAS PIMIENTA. Es un gas que rociado sobre los ojos provoca un enceguecimiento momentáneo. Se vende en bastantes sitios, viene enfrascado en un aerosol tan pequeño que puedes llevarlo en el bolsillo y tiene una traba de seguridad que al correrla de lugar te permite que el gas salga o no. Su uso es bastante efectivo pero puede ser peligroso si no tomamos las precauciones necesarias para su efectividad deseada. No lo utilices nunca en espacios cerrados, ni con el viento hacia ti, ya que el gas se expande 3 metros a la redonda y puede dañarte. Extiende lo más que puedas el brazo para rociarlo sobre los ojos del agresor y aléjate del lugar. Si tienes que mantenerte en el sitio, utiliza un pañuelo que tape tu nariz y tu boca para no inhalarlo. No lo muestres, sácalo justo en el momento en que estés segura de que lo vas a utilizar, ya que el agresor puede utilizarlo en tu contra. Si vas a recomendárselo a otra persona no olvides nunca pasar esta información.


Con UN PALO o UNA BOTELLA VACÍA en la mano, los automovilistas y peatones molestos temen por su seguridad y la de su auto, ya que pueden suponerte ebria.


TRANSPORTARSE EN BICICLETA. La bici es una herramienta que brinda autonomía y salud para todas ya que no envenena el aire y te deja en la puerta de tu casa. Además existe una enorme diferencia entre atravesar un lugar de noche en bicicleta y caminando, la velocidad con la que puedes andar por lugares indeseados pedaleando no es la misma que a pie.


LAS LLAVES. Si tienes que golpear, sostén las llaves con el puño cerrado y coloca una de ellas entre el dedo mayor y anular de modo que quede una en punta hacia afuera.


GRITAR. Que no te avergüence ridiculizar al agresor exponiéndolo públicamente y dejando claro que te está molestando.


GRITAR ¡FUEGO! Si pedimos auxilio el sentido común de la gente es bastante cruel con las mujeres y por lo general no acuden a ayudarnos. El fuego por lo general despierta mayor curiosidad en las personas y temor de que se les queme algo propio, haciéndolas acudir rápidamente.


Si te encuentras en una situación de abuso en un automóvil en marcha


MANTÉN LA VENTANILLA UN POCO ABIERTA. Ante cualquier situación de violencia puedes abrir la guantera, sacar los papeles que allí se encuentren por la ventanilla y amenazar con tirarlos. Esta documentación también puede servirte para guardar los datos del agresor y presentar una denuncia. Otro lugar donde se guardan comúnmente estos papeles personales es detrás del espejo que está frente al asiento del/a acompañante, debajo del asiento del conductor/a, y en el guardapapeles de la puerta del conductor/a.


Si haces auto-stop nunca salgas sin una navaja o un cuchillo bajo la manga, que para la policía puede ser tranquilamente parte de tu equipo de camping.


INVÉNTATE UNA ENFERMEDAD CONTAGIOSA. Cuando te empiecen a babosear y a hablarte de sexo, puedes decir que desde que estás enferma lamentablemente no tienes relaciones, y seguramente los prejuicios, la ignorancia y la exclusión social hacia l@s enferm@s no le permitirán seguir hablando del tema, y les dará miedo tocarte.


Ante diferentes agresiones, diferentes reacciones


Si conoces al agresor:

- Di NO.
- No te quedes quieta, inmóvil o en silencio mientras ocurre el abuso. Si no puedes hacer nada por miedo a un golpe o porque algo internamente te paraliza, por lo menos sé consciente de lo que te está pasando.
- No te calles. Intenta expresarle al/a abusador/a, aunque sea por medio del llanto, que lo que te está haciendo te hace mal.
- Intenta buscar a alguien de tu confianza para hablar. Tú no eres culpable ni tienes ninguna responsabilidad. Lo que te ocurre no es provocado por ti, es el abusador el que debiera sentir culpa y vergüenza. Nadie merece ser abusad@.
- No existe ningún motivo que justifique al abusador.
- El silencio o intentar olvidar el abuso no son remedios. Al contrario, no sacarte el dolor, la bronca, la culpa o la vergüenza, sólo traen enfermedades.
- No pienses que esta vez va a ser la última, no des más oportunidades a la agresión. La violencia es un lenguaje que una vez que comienza no se termina, renuncia para siempre a comunicarte de esa forma.

Si no conoces al agresor y estás en la vía pública:

- Gritar fuego (muchas veces pedir ayuda o auxilio no da resultado, en cambio el fuego despierta mayor temor y curiosidad en las personas cercanas por lo que se dijo más arriba).
- Puedes tocar los timbres de las casas que estén a tu alcance, entrar en algún negocio o hacer de cuenta que conoces a cualquier persona que ande cerca acudiendo a ella con un saludo o estableciendo un diálogo.
- Si no te queda otra que golpear a quien te ataca, intenta que sea en lugares que duelan mucho, inmovilicen o desmayen. Estos lugares son:
Los testículos (patada, rodillazo, puñetazo, apretón, etc.);
Los ojos (piquete, clavar algo, etc.);
La carótide o nuez del cuello (codazo, puñetazo, hundir con los dedos, etc.);
Los oídos (pegar al mismo tiempo con ambos puños cerrados, morder, etc.);
La nariz (puñetazo de abajo hacia arriba, morder, clavar o introducir algún objeto, etc.).

Si te sientes abusada cualquier reacción es válida. Desde correr, gritar, golpear o hasta intoxicar a quien te está agrediendo. Elige la forma que te sea más útil y con la que te sientas más cómoda. Ten en cuenta que la violencia muchas veces llega a tales extremos que es tu vida o la de la otra persona lo que está en juego.




¿Qué es el Wen-Do?


Es un método de autodefensa para mujeres, desarrollado inicialmente en las décadas de 1960 y 1970 por Anne y Ned Paige, una pareja de Toronto, Canadá, que partiendo de sus conocimientos como practicantes de diversas artes marciales, e impactados por el ataque a una vecina que fue violada y asesinada en su propio hogar, decidieron organizar un programa que reuniese técnicas fáciles que las mujeres pudiesen usar de forma efectiva y sin necesidad de fuerza o acondicionamiento físico. Debe recalcarse que si bien su base y concepto deriva de las artes marciales, el Wen-Do no es considerado como tal por sus adherentes.


El Wen-Do provee de un conjunto de destrezas físicas para defenderse de una posible agresión, enfocándose en escenarios en que las mujeres suelen ser las víctimas, como violaciones y ataques domésticos. El período de entrenamiento igualmente implica un proceso en el que las mujeres puedan entender las causas de la violencia machista en la sociedad contemporánea, compartir sus experiencias, fortalecer su auto-estima y descubrir la fuerza que existe dentro de ellas mismas


Se trata de una práctica que ha ido convirtiéndose en referencia para el movimiento feminista en Canadá y en Europa, además de difundirse en otras partes del mundo. En Iberoamérica ya existen colectivos de referencia en Argentina, Brasil y España, que promueven talleres de adiestramiento sobre Wen-Do y discusiones sobre su papel en la cuestión de la violencia contra la mujer. Para más información (en inglés) sobre este tema, ir en Internet a www.wendo.ca/pages/home.htm
 
fuente: http://www.nodo50.org/ellibertario

martes, 21 de junio de 2011

¡¡No estoy loca, eso se llama acoso!!


-
Carla Verónica Cáceres
Managua Nicaragua

Me asustas, sos una feminista radical” Es lo que oigo con constancia, generalmente después de decir que no tengo ganas de tener hijos, que todavía no se si me voy a casar, que no hay mucho espacio para las mujeres, que no me gusta que cualquiera me diga amor o por razones tan básicas como querer caminar sin que me acosen en la calle. Al parecer muchos, y digo muchos porque generalmente son hombres, no conciben que les hablemos del derechos que tenemos las mujeres de andar libres.

“Las calles son nuestras”, dicen algunas consignas, que después de repetirla en los pocos espacios que tengo para gritar que quiero ser libre (como marchas, protestas, plantones o escribiendo) se vuelven una utopía, sobretodo cuando me toca caminar y me topo con al menos tres  tipos por cuadra, que me recuerdan de la manera mas soez posible las dimensiones de mi cuerpo.

Y encima que me tengo que aguantar a todos los buitres acosadores de la calle, escucho cosas como “El acoso en la calle es solo un estandarte que han agarrado las feministas” como me dijo un tipo que intento filosofar conmigo. Algo de cierto tiene su afirmación, sin duda alguna el acoso es una de nuestras mayores denuncias como feministas, pero “NO ES SOLO”, es una cuestión que va más allá de un berrinche para querer llamar la atención (como algunos piensan) es un problema que nos esta afectando a todas.

Los piropos callejeros nacen de la idea del amor romántico, donde el hombre figura como el que tiene que enamorar y conquistar a la mujer, pero al parecer lo romántico y la galantería lo interpretaron como un acto para demostrar la virilidad de los hombres, o bueno, quizás ese ha sido siempre el objetivo.

domingo, 19 de junio de 2011

“La violación es una estrategia para mantener a las mujeres fuera de juego”

Entrevista a Virginie Despentes:

Esta entrevista fue publicada parcialmente en 2008 por la revista H. Despentes, también codirectora de la controvertida Fóllame, una película que era mucho más que el ruido de su escándalo, y de novelas como Perras sabias o Lo bueno de verdad, acababa de publicar en nuestro país Teoría King Kong, un ensayo que a día de hoy sigue siendo de referencia para dilucidar los caminos de cierto tipo de postfeminismo. Algunos dirán que mucho ha llovido desde entonces, pero la verdad es que no tanto. Los mismos proyectos, esquemas y borradores continúan construyéndose, discutiéndose, formándose. Aún no sabemos si nos llevarán a algún sitio. Pero, mientras tanto, esperando el estreno de la inminente Bye bye Blondie, recuperamos sus palabras para La Paz Mundial.
 Creo que el carácter confesional de tu libro es lo que lo hace más combativo…
Nunca estudié, así que nadie me enseñó a manejar conceptos ni teorías. Me acostumbré a emplear mi propia piel como punto de partida para cualquier cosa. Luego simplemente he desarrollado estas ideas con las lecturas que me han ido inspirando a lo largo de mi vida.
 Con Fóllame, novela y más tarde película, montaste una buena. ¿Qué tipo de reacciones ha tenido Teoría  King Kong?
Muy tranquilas. En Francia hay muchas personas, tanto hombres como mujeres, interesadas en los temas de género. Incluso cuando no coinciden conmigo, la gente siempre está dispuesta a debatir sobre asuntos como la masculinidad y la feminidad, la prostitución o la censura.
 Para mucha gente, las feministas pro-sexo continúan siendo casi unas desconocidas. Ha llegado un punto en que mucha gente asocia el feminismo con posturas conservadoras… ¿Es necesario empezar desde el principio?
El feminismo todavía es joven, así que no es tanto empezar de nuevo como continuar el debate. El enfrentamiento entre las feministas pro-sexo y las feministas pro-censura tuvo lugar en Estados Unidos durante los años ochenta. Alguien como yo, que ha sido prostituta y también gran devoradora de porno, no ponía sino sentirse atraída por ese clima de confrontación. A nivel personal, escuchar esos puntos de vista me ayudó a entender mi experiencia no como una víctima que tenía que avergonzarse, sino desde un punto de vista intelectual y sociológico. Libros como los que escribieron Camille Paglia, Annie Sprinkle, Carole Queen o Scarlot Harlot no han sido traducidos al francés [muchos de ellos tampoco están disponibles en español].
 Paglia fue un revulsivo en su momento… Y a día de hoy, continúa resultando una figura polémica y, según para quién, incómoda.
 Los artículos de Paglia sobre la violación de alguna forma cambiaron mi vida. Mi primera reacción fue de repulsa, a la que siguió un sentimiento de fortaleza y de apertura de mente. Si te paras a pensar, no hay casi nada escrito sobre la violación. Algunos textos interesantes en los setenta, y luego, un gran vacío… Necesitamos nuevos debates, somos muchas las personas que lo hemos vivido, no somos una minoría, sino una parte significativa de la población, y la violación forma parte de los encuentros sexuales entre heteros. Por tanto, sí, considero que la labor de Paglia ha sido crucial. Además, tiene un estilo y un sentido del humor que te permite disfrutarla aunque no estés de acuerdo con ella.
 ¿Pero por qué crees que las feministas se acercaron tanto a grupos claramente reaccionarios?
Algunas de ellas llegaron a hacer tratos de ese tipo, como es el caso de Catherine McKinnon en Estados Unidos. A finales de los setenta las ideas feministas fueron confiscadas por un grupo de mujeres blancas heterosexuales de clase alta que, pese a no pertenecer al movimiento en su origen, se las arreglaron para tomar el liderazgo y excluir a todas las demás. Estas mujeres consideraron lógico convertirse en las portavoces de las víctimas de violaciones, las actrices porno y las prostitutas, pensando que podían entender su situación mejor que ellas mismas. Es la base de la tradición cristiana, los ricos ayudando a los pobres y enseñándoles el camino. También hay que entender que muchas de estas mujeres estaban casadas, bien mantenidas por sus maridos ricos, y, claro, el sexo representaba para ellas una amenaza, porque las personas con trabajos relacionados con el sexo siempre han sido consideradas perjudiciales para la comunidad. Precisamente por eso, había que eliminarlas, silenciarlas o conseguir que la sociedad se avergonzara de ellas.
¿No te parece que a veces el discurso de explotación de la mujer contribuye a dar una imagen de debilidad e indefensión?
Yo no diría que las mujeres son responsables de su imagen de debilidad y dependencia de los hombres. Quizá no hayan sido suficientemente fuertes en la lucha, pero desde luego nunca han sido las responsables del problema, sería como culpar a los negros de las muertes en África. Cuando se trata de un enemigo organizado, el asunto es un poco más complejo. Veo la violación como una obvia estrategia para mantener a las mujeres fuera de juego, diciéndoles que no pueden estar solas en la calle, que necesitan un hombre fuerte a su lado. Es un modo de que se sientan vulnerables: teme a la violación como a la misma muerte, pero nunca busques una forma de protegerte. La violencia es una cosa de hombres, las mujeres no deben ni pensar en ella… y en el caso de que sobrevivas a una, está bien si todavía puedes andar, pero procura sentirte lo más destrozada que puedas, es una cuestión de mínima educación.
Hablemos sobre porno. ¿No crees que ha quedado un tanto desfasado el debate de la integración de la pornografía en un circuito convencional? Cada vez parece como si el porno y el arte siguieran caminos más distantes…
No estoy de acuerdo. Pienso que el porno ha sido integrado dentro de la cultura de masas. Cuando pongo la Mtv, sólo veo zorritas rodeadas de un imaginario claramente pornográfico. Lo mismo se puede decir de Gran Hermano y otros realities: a mí me recuerda a la estética de cualquier porno. Fíjate también en las películas de acción de Hollywood: los primeros planos de genitales han sido sustituidos por primeros planos de armas. Tenemos que cargar con una segregación hipócrita promovida con severidad desde arriba. En treinta años hemos tenido que cargar con prohibiciones ridículas. Puedes mostrar cualquier cosa en televisión: muertes reales y simuladas, violaciones de la privacidad, guerra, sangre y tortura en las películas de terror, cualquier cosa… excepto genitales. Los genitales masculinos están estrictamente prohibidos. Entonces es cuando entra Internet. La pornografía sigue viva, pero tiene que seguir siendo considerada como la más baja forma de entretenimiento. Tiene que hacerse sin dinero, sin promoción, sin debate público. Así todo el mundo se siente seguro y protegido. No vivimos un momento peor desde el fin del siglo XIX. Creo que es una muestra muy reveladora de la hipocresía y la superstición que controla el mundo, bajo la oscuridad de las monsergas cristianas.
Me gusta tu análisis del asunto Paris Hilton. ¿Piensas que si las mujeres de clase alta se aproximaran al porno la gente no las consideraría como víctimas indefensas?
Es difícil que una mujer con dinero y poder se sienta avergonzada de lo que es. Y en cuanto a temas sexuales, las clases altas siempre han gozado de una mayor libertad. Aquello que las personas de clase trabajadora nunca harían por vergüenza, se considera un plus si eres rica y famosa. Por eso pienso que las chicas de clase alta podrían cambiar con facilidad la industria pornográfica. Sabrían cómo ganar dinero con su trabajo, enfrentarse a las críticas de los medios, lograr que se las trate como artistas -algo que son, en mi opinión, todas las estrellas del cine porno-, y, por supuesto, se las apañarían para que sus películas tuvieran presupuestos más altos, lo que cambiaría absolutamente todo.
Uno de los capítulos más interesantes de tu Teoría King Kong es el que dedicas a reflexionar sobre la prostitución…
Hablo de escoger libremente la prostitución frente a otros trabajos de pago. Nada que ver con la prostitución en Europa del Este o África. Existen muchas formas de prostituirse. Elegir tus horas y recibir un buen sueldo no es lo mismo que ser una esclava. Pero, claro, no habría tantas chicas haciendo la calle en contra de su voluntad de existir políticos realmente preocupados en mejorar sus condiciones. Pienso que se trata de un trabajo como cualquier otro, que puede llegar a tener incluso sus satisfacciones personales. El problema no es el trabajo en sí, sino la opinión que ha desarrollado la gente sobre él. Follarte a un viejo cuando estás en la veintena es difícil, pero supongo que también tiene que serlo cuidar de él si trabajas como enfermera, ¡y a ellas nadie las compadece!
Tu libro está dominado por una evidente actitud punk. ¿Cómo ves la filosofía punk con el paso de los años?
La sociedad ha llegado tan lejos en cuanto a actitudes destructivas, que la cultura punk parece tan inofensiva como un osito de peluche. El punk estaba lejos de predecir hasta qué punto llegaría el capitalismo basura, pero aportaba algunas pistas… Creo que, ante todo, es una buena escuela de la vida. No soportes mierda. Hazlo por ti mismo. Todo puede ser cambiado o cuestionado. Son estrategias que continúan siendo útiles para la vida diaria.
Ahora, me gustaría saber tu opinión sobre algunas personas… Valerie Solanas
 La suma sacedortisa del caos. Mostró el camino: no hay que tener piedad. No pidió disculpas por su furia. Seguirá inspirando a generaciones de mujeres.
 Courtney Love
 Solía adorarla. Me encantaban sus primeras canciones, “Teenage whore”, el Live through this, y también America´s sweetheart. Podrías hacer un estudio de las jóvenes blancas en Estados Unidos sólo siguiendo su trayectoria. Especialmente las técnicas de opresión contra las más rebeldes y molestas. Dicho esto, no estoy segura de si al final ganó la batalla.
Michel Houllebecq
Está bien tener escritores así en Francia. Hasta donde yo sé, fue el primero en tratar el tema de la masculinidad desde el corazón, y escribir sobre ello con inteligencia y coraje. Antes de él, todo escritor tenía que ser un seductor con una polla enorme, un triunfador… al menos en su obra. Houllebecq ha cambiado las cosas, y creo que es el único. Francia no está precisamente llena de buenos escritores en este momento, por lo que es difícil criticar lo que hace.
Lydia Lunch
Un icono. Una voz y una actitud, una alquimista. Una madrina para mujeres como yo, en los ochenta era difícil encontrar mujeres fuertes que supieran expresarse con valor. Lydia estaba entre ellas. Era escandalosa y seductora, fuerte y graciosa, frágil y al mismo tiempo como una roca, concisa. Era el punk rock aunque nunca le interesó el punk rock. Era como la hermana pequeña de Bukowski, una gran generosidad mezclada con algo brutalmente malsano. Muchos años antes de conocerla personalmente, estudié sus libros, artículos y entrevistas, con la atención de quien descubre algo nuevo y extraño. Ahora me siento una privilegiada por poner pedirle su opinión de vez en cuando sobre asuntos de actualidad.
Linda Lovelace
No tengo mucho que decir sobre ella. Garganta profunda es una película importante para los estudiosos de la historia del porno. También es interesante el modo en que la industria del porno abusó de ella, de la misma forma que años después lo hicieron las feministas pro-censura. Su historia refleja que una mujer que ha estado involucrada en el porno tiene que sentirse arrepentida. Si no es así, tendrá serios problemas en sociedad, porque todo el mundo tiene que buscar la redención.
Linda Williams
Su libro Hardcore, un poco al estilo de los artículos de Paglia, también supuso un revulsivo: fue la primera académica en estudiar el porno como un género cinematográfico más. Gracias ella fue posible analizar el porno desde un plano teórico, no se trataba de masturbarte y correr a esconder la película, sino averiguar lo que había detrás; puede decirse que Williams sacó el porno del cuarto oscuro.
 Y finalmente, aunque no venga al caso… ¿Te gustan las películas de terror?
 Me encantan las películas de terror. Y claro, me gustaría ver una película de terror con una mujer loca y furiosa, aterrorizando y persiguiendo con un gran cuchillo a guapos jóvenes medio desnudos que corren por el bosque… antes de ser cortados en pedacitos, llorando indefensos. ¡Sería genial ver más películas de terror con los códigos invertidos!

Fuente:  http://www.lapazmundial.com 

viernes, 17 de junio de 2011

Una mirada sobre los sucesivos feminismos



Por María Salas
MUJERES EN RED 
 
Sería un grave error identificar con el feminismo a toda acción en favor de la mujer, pero sería una injusticia histórica actuar en este campo sin conocer ni reconocer que las posibilidades que tenemos ahora las mujeres se deben, en gran medida, a la lucha de las feministas, a sus planteamientos y a sus logros.
Sin embargo, es frecuente que personas muy comprometidas en proyectos con mujeres desconozcan el movimiento feminista y no analicen reflexivamente qué le deben, en qué están de acuerdo con él y en qué discrepan.
Resulta también sorprendente que muchas mujeres ejerciten unos derechos recientemente adquiridos sin preguntarse quién y cómo ha logrado su reconocimiento legal y social. No deja de ser cuando menos curioso que en muchos casos las propias mujeres nieguen al movimiento feminista el respeto histórico que otorgan a otros movimientos sociales, como el sindical o el obrero.
Los responsables de DOCUMENTACIÓN SOCIAL, por el contrario, han pensado que un número de la revista dedicado a la mujer debería contar con un marco de referencia que sitúe al feminismo en su contexto histórico, con sus logros y sus fracasos, sus aciertos y sus equivocaciones. Tarea no fácil de realizar, porque aunque existen muchos estudios parciales, se encuentran pocos trabajos de síntesis global.
Simplificando mucho, en favor de la visión de conjunto, podemos decir que en el feminismo se observan tres etapas diferentes precedidas de un período de gestación.

LAS PRECURSORAS
Suele aceptarse que la primera etapa del feminismo, como fenómeno social organizado, se inició con la acción de las sufragistas, en un período que abarca desde mediados del siglo XlX hasta el final de la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, pueden encontrarse antecedentes en periodos históricos anteriores y muy especialmente en el ambiente creado por la Revolución Francesa y sus declaraciones en favor de la igualdad de todos los ciudadanos. Ya en aquel momento algunas autoras, y también algunos autores, con toda coherencia trataron de aplicar aquella igualdad también a las mujeres. El propio CONDORCET' defendió este principio en su documento sobre La admisión de las mujeres en la ciudadanía. Olimpia DE GOUGES insiste en su Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana, replica al texto base de la revolución de título similar. En Inglaterra Mary WOLLSTONECRAFT aborda la cuestión desde otro ángulo en Reivindicaciones de los derechos de la mujer. La cuestión queda planteada pero los frutos no se recogen todavía. Muy al contrario, a Olimpia DE GOUGES, que había afirmado en el artículo X de su Declaración que «si la mujer tiene derecho a subir al cadalso también debe tener el derecho de subir a la tribuna», se le aplicó el primero sin llegar a conseguir el segundo, puesto que, como es bien sabido, murió guillotinada bajo el «régimen de terror» impuesto por Robespierre.
El advenimiento del régimen napoleónico y la promulgación en 1804 del nuevo Código ahogó la esperanza que la Revolución había despertado en las mujeres y consagró u minoría de edad civil, social y económica y su exclusión de los derechos políticos. El Código de Bonaparte empeoró la situación de las mujeres en toda Europa ya que la mayoría de los países lo tomaron como modelo en su respectiva legislación.
Sin embargo, la semilla de la aspiración a la igualdad estaba ya sembrada y sólo esperaba el momento oportuno para dar sus frutos.
 
EL SUFRAGISMO
Los vientos de libertad levantados por la Revolución encontraron un buen campo de cultivo en los Estados Unidos. A favor de estos vientos las mujeres lucharon por la independencia de su país junto a los varones y posteriormente se unieron a la causa de los esclavos. Ello les llevó a ocuparse cada vez en mayor medida de las cuestiones políticas y sociales.
Las mujeres aprendieron a hablar en público defendiendo sus derechos al tiempo que los de los esclavos porque comprendieron que eran cuestiones inseparables.
Con ello existían ya las bases para un real y verdadero movimiento femenino; lo que hacía falta era un impulso que le diese vida, una cabeza y un programa. La ocasión fue el Congreso Antiesclavista Mundial celebrado en Londres en 1840. La delegación norteamericana incluía cuatro mujeres, pero el Congreso, escandalizado por su presencia, rehusó reconocerlas como delegadas e incluso ocultó su presencia tras unas cortinas. Lucrecia Mott y Elisabeth Cady Stanton, dos de las delegadas norteamericanas, volvieron de Londres indignadas, humilladas y decididas a intensificar su campaña por el reconocimiento de los derechos. En 1848 convocaron una convención en la que Elisabeth Stanton pronunció un memorable discurso y pidió el voto para las mujeres. En esta convención se aprobó la Declaración de Séneca Falls, uno de los textos básicos del sufragismo americano.
A partir de esta fecha las mujeres de Estados Unidos empezaron a luchar de forma organizada en favor de sus derechos, tratando de conseguir una enmienda a la Constitución que les diera acceso al voto, la enmienda Anthony (llamada así por el nombre de su redactora), que fue presentada a la Cámara en todos los períodos legislativos, desde 1878 hasta 1896. En este año decidieron cambiar de táctica para tratar de conseguir su propósito Estado por Estado, ya que algunos se habían mostrado más receptivos. En 1869 Wyoming había concedido el voto a las mujeres sin apenas lucha; le siguió Colorado en 1893, después Utah (1895) e Idaho (1896), y finalmente el Estado de Washington (1910). En 1918 la «enmienda Anthony» volvió a figurar en la agenda del Congreso y esta vez dos tercios de los representantes votaron afirmativamente. Se cuenta que Charlotte Woodward, firmante de la Declaración de Séneca Falls, fue la única mujer que vivió lo bastante para votar en las elecciones presidenciales de 1920.
Fue una lucha larga y penosa, en la que muchas mujeres se pusieron a prueba, pero no llegó al radicalismo de Gran Bretaña.
 
SUFRAGISMO EN INGLATERRA
En Europa, el movimiento sufragista más potente y radical fue el inglés. Surgió en 1951, sólo tres años después de la Declaración de Séneca Falls, cuando un grupo de mujeres inglesas celebraron en Sheffielo un acto público en el que pidieron el voto para la mujer. Decididas a seguir procedimientos democráticos en la consecución de sus objetivos buscaron el apoyo de los parlamentarios. El día 13 de febrero de 1861, el conde de Carlisle presentó su petición en la Cámara de los Lores. Fue el inicio de un largo camino.
Posteriormente las sufragistas inglesas consiguieron tener como aliado a John Stuart, que se casó con una feminista, Harriet Hardy Taylor, y en 1869 escribió un libro que se hizo famoso, La sumisión de las mujeres. Stuart' Mili presentó a la Cámara de los Comunes en 1866 la primera petición oficial del Comité por el Sufragio Femenino. }oro el verdadero paladín de las mujeres en la Cámara baja inglesa fue Jacob Brigt, que incansablemente una y otra vez insistía en presentar propuestas para obtener el derecho político de las mujeres. En 1867 Jacob Brigt profetizó: «SI los mítines carecen de efecto, si la expresión precisa y casi universal de la opinión no tiene influencia ni en la Administración ni en el Parlamento, inevitablemente las mujeres buscarán otros sistemas para asegurarse estos derechos que les son constantemente rehusados» (2~
Sin embargo, las sufragistas inglesas siguieron todavía casi cuarenta años más defendiendo la causa feminista por medios legales. En 1903, cansadas de no ser tomadas en cuenta, cambiaron de estrategia y pasaron a la lucha directa. La táctica que adoptaron fue interrumpir los discursos de los ministros y presentarse en todas las reuniones del partido liberal para plantear sus demandas. La policía las expulsaba de los actos y les imponía multas que no pagaban, tras lo cual iban a la cárcel. Allí eran consideradas como presas comunes y no políticas como ellas hubieran deseado. Para atraer la atención pública sobre su situación recurrieron a la huelga de hambre; Gladstone, que era entonces primer ministro, ordenó que las alimentaran por la fuerza, pero las feministas no desistieron, poniendo en práctica lo que una de ellas había escrito: «Para todas las conquistas en el campo de la libertad muchos hombres y mujeres han debido padecer. Esta regla es también válida para nuestro caso».
Las feministas y la policía inglesa entraron en una espiral de violencia. En julio de 1903, lady Pankhurst, presidenta de la National Union of Women Suffrage, fue condenada a tres años de trabajos forzados pero las sufragistas lograron su evasión. El presidente Wilson la invitó a los EE.UU. Se había convertido en una figura casi legendaria, pero eso no la libró de volver a ser encarcelada en cuanto regresó a Inglaterra.
Mientras tanto, las sufragistas iniciaron una serie de actos terroristas contra diversos edificios públicos, sin cometer ningún atentado personal. La única víctima mortal fue la militante EmilY Davidson, que en junio de 1913, en el hipódromo de Epson, se arrojó a las patas del caballo del Rey que corría en él en la carrera del Derby.
El funeral de Emily Davidson fue un grandioso acto feminista. Entre las numerosas carrozas que seguían al féretro iba una vacía con las cortinas bajas: era la que hubiera correspondido a lady Pankhurst, que no pudo asistir por estar de nuevo arrestada.
Este terrible acontecimiento, aunque fue un paso más en el proceso, no puso fin a la 'lucha. Fue preciso llegar al estallido de la Primera Guerra Mundial. Con este motivo, el Rey Jorge V amnistió a todas las sufragistas y encargó a lady Pankhurst el reclutamiento y la organización de las mujeres para sustituir a los varones que debían alistarse; un buen ejemplo del pragmatismo inglés.
Por fin, el 28 de mayo de 1917 fue aprobada la ley de sufragio femenino, por 364 votos a favor y 22 en contra, después de cincuenta años de lucha y 2.584 peticiones presentadas al Parlamento.
 
FEMINISMO EN ESPAÑA
En otros países europeos las mujeres lucharon también por conseguir el voto con menos dramatismo y apoyándose en las conquistas de sus hermanas de Inglaterra y de América.
En España el feminismo entró tardíamente, cuando ya en Europa empezaba a perder su fuerza inicial, y nunca adquirió gran desarrollo.
En 1920 existían varias asociaciones feministas de diferente signo, de las cuales las más importantes eran la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, presidida por María Espinosa, y la Unión de Mujeres Españolas (UME), presidida por la marquesa de Ter. Para ellas eran temas prioritarios la educación de las mujeres, la reforma del Código y el derecho al voto.
La República, instaurada en abril de 1914, dio satisfacción a la mayoría de sus demandas. El 1 de octubre de este mismo año se aprueba en el Parlamento el artículo 34 de la Constitución, que reconoce el derecho de las mujeres al voto, después de un doloroso enfrentamiento entre dos mujeres que se suponía deberían haber estado de acuerdo. Clara Campoamor, del Partido Radical, defendió con calor el derecho al voto como cuestión de justicia, y Victoria Kent, del Partido Radical-Socialista, se opuso por una razón de oportunismo político, suponiendo que las españolas se indinarían hacia un voto conservador. Clara Campoamor consiguió una clara victoria, 161 votos a favor de la ley y 121 en contra, pero debió pagar un alto precio por ella ya que su propio partido llegó a abandonada posteriormente.
Hacia los años treinta la mayoría de las naciones desarrolladas habían reconocido el derecho al voto femenino, salvo Suiza, que no lo aceptó hasta 1970. El objetivo principal de las sufragistas se habían logrado y el feminismo pareció entrar en una fase de recesión.
A pesar de su nombre las sufragistas no defendían sólo el derecho al voto. Sus objetivos eran más amplios, Ya hemos visto que las americanas lucharon contra la esclavitud junto a los abolicionistas y en favor de la igualdad en sentido muy amplio. Las feministas de esta primera época plantearon también el derecho al libre acceso a los estudios superiores y a todas las profesiones; la igualdad de derechos civiles; compartir la patria potestad de los hijos; denunciaban que el marido fuera el administrador delos bienes conyugales, incluso de lo que ganaba la esposa con su trabajo; pedían salario igual para trabajo igual, etc. Todos estos objetivos se centraron en el derecho al voto, que parecía la llave para conseguir los demás.
En resumen, las feministas del siglo XlX y primeros años del siglo xx lucharon por conseguir la igualdad de derechos respecto al varón argumentando que era persona humana lo mismo que él. Se puso énfasis en los aspectos igualitarios y en el respeto a los valores democráticos. En ese sentido se ha puede decir que era un movimiento basado en los principios liberales.
Junto a este feminismo, y a veces frente a él, se intentó desarrollar un feminismo de clase, socialista y comunista, que se debatió entre la fidelidad a la causa feminista y la fidelidad a los partidos políticos respectivos. «Cuando las feministas socialistas tratan de empujar a sus camaradas varones a llevar sus promesas a la práctica, entonces surgen las ambivalencias y los conflictos. En ciertos momentos, las mujeres socialistas no se atreven a insistir demasiado en sus objetivos feministas por temor a perjudicar la causa socialista.

LA SEGUNDA OLA DEL FEMINISMO
Durante muchos años se ha pensado que los años veinte marcaron el final de una época y que el feminismo quedó en suspenso durante décadas hasta la eclosión en los años sesenta. Actualmente se están llevando a cabo estudios que aconsejan matizar un juicio tan radical; ahora se habla más bien de «crisis de transición entre dos feminismos. Algo se movía sin duda cuando en 1959 Simone De Beauvoir da el grito de alarma en El segundo sexo y algo estaba ador-mecido cuando un libro tan importante no empieza a ser estudiado y comentado hasta después de una década larga.
De cualquier forma, los que hemos vivido el movimiento feminista de los últimos cincuenta años recordamos bien cómo surgió la llamada segunda ola y el interés que despertó en el mundo entero, lo mismo entre los que se situaron a su favor como entre los que lo hicieron en contra.
El detonante fue la publicación del libro de Betty FRlEDAN, La mística de la feminidad que apareció en Norteamérica en el año 1963 y en seguida se difundió por todo el mundo occidental. La primera edición española, de 1965, lleva un prólogo de Lily Alvarez. Poco tiempo después, la propia autora viajó por diversos países explicando sus planteamientos a través de conferencias, mesas redondas, entrevistas... Su presencia en Madrid, en los momentos que se iniciaba la transición política, dio ocasión a una de las primeras manifestaciones públicas de grupos de feministas después de la Guerra Civil.
El mensaje central de Betty FRIEDAN fue que «algo» estaba pasando entre las mujeres norteamericanas, algo todavía indefinido, que ella denominó «el problema que no tiene nombre. Eran muchas las mujeres que, a pesar de estar felizmente casadas, sin problemas económicos y con hijos sanos, experimentaban una asfixia interior tan misteriosa como intolerable. Era una sensación de vacío que Betty FRIEDAN achacó a no sentir la propia identidad, a saberse definida no por lo que se es sino por las funciones que se ejercen: esposa, madre, ama de casa...
Según Betty FRIEDAN, las hijas de las mujeres que realizaron aquel «viaje apasionado» que supuso la lucha por el derecho al voto fueron atrapadas por la «mística de la feminidad», que les hizo cifrar su felicidad en la dedicación exclusiva al servicio de las personas que aman, ya que lo contrario sería violentar su propia naturaleza femenina.
Para salir de esta trampa, «de este confortable campo de concentración», las mujeres deben romper las invisibles cadenas que les atan, tratar de desarrollar todas sus potencialidades y lograr su propia autonomía incorporándose al mundo del trabajo. Una vez planteado el problema, Betty FRIEDAN pasó a la acción creando, en 1966, la NOW (Organización Nacional de Mujeres), que consiguió afiliar en poco tiempo un elevado número de mujeres en todos los Estados de la Unión, llegando a ser la asociación feminista más influyente.
Hubo una gran movilización de mujeres, unas veces en forma de manifestaciones masivas con aspectos provocativos y humoristas y otras en forma de trabajo paciente y concienzudo, que contribuyó a conseguir importantes reformas legislativas en el campo matrimonial y familiar. Solo en la década de los setenta el Congreso de los Estados Unidos aprobó 71 disposiciones relativas al «problema de la mujer».
Esta movilización general no fue exclusiva de los Estados Unidos sino que Se produjo en casi todas las naciones, favorecida desde 1975, Año Internacional de la Mujer, por la actuación de los Organismos Internacionales. Como veremos más adelante, las mujeres españolas se incorporaron a esta movilización feminista con gran entusiasmo y menos retraso que en el caso del sufragismo.
La NOW, formada en su mayoría por mujeres blancas, de clase acomodada, con estudios superiores, conectaba con el espíritu liberal del primer feminismo. Consideraba que si las mujeres ejercían los derechos adquiridos, los ampliaban y se incorporaban activamente a la vida pública, laboral y política, sus problemas tendrían solución. Aceptando este planteamiento, muchas mujeres en el mundo entero centraron sus esfuerzos en desarrollar una vida profesional compatible con sus funciones dentro de la familia, dando lugar a lo que se llamó la «superwoman», por el derroche de energía que se vio obligada a desplegar.

MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN DE LA MUJER
Poco a poco, incluso dentro de la misma NOW, fueron surgiendo mujeres más jóvenes con objetivos más revolucionarios que aspiraban a cambiar el sistema. Abandonando las ideas liberales adoptan el planteamiento marxista. Las mujeres son consideradas como el sexo oprimido. El culpable final de la opresión de la mujer no son los varones sino el capitalismo. «La liberación de la mujer no podía darse sin la liberación general de otros trabajadores oprimidos y explotados bajo el capitalismo. El capitalismo era concebido como responsable de la organización injusta del trabajo que oprime al obrero y oprime a la mujer con la doble jornada.» La escritora inglesa Sheila ROWBOTHAM expone estas ideas en sus dos obras principales, Mujer, Resistencia y Revolución (1972) y La Conciencia de la Mujer en el Mundo de los Hombres (1973), tomando como antecedente la gran revolucionaria del siglo XIX, Flora Tristán. Estos grupos intentan conectar con las mujeres de clase media y baja e incluso se dirigen a las mujeres de color.
Los grupos se sentían solidarios de la Nueva Izquierda y se unieron a todas las causas que promovía: movimiento de protesta juvenil, defensa de los Derechos Civiles, pacifismo. En seguida se encontraron con la misma dificultad que Sus hermanas del primer feminismo socialista: por un lado sus propios compañeros de partido les relegaban a los trabajos subordinados y por otra parte sus reivindicaciones siempre tenían que supeditarse a los objetivos más importantes de la lucha global. En consecuencia, decidieron separarse y de esta decisión nació el Movimiento de Liberación de la Mujer.
En cualquier caso, no tiene duda que en un momento histórico el MLM tuvo un gran protagonismo y colaboró al logro de diferentes metas feministas.
 
FEMINISMO RADICAL
Algunas mujeres tomaron otro camino y se apuntaron a lo que se ha llamado el feminismo radical. Este considera que la opresión de las mujeres es anterior al capitalismo y no termina con él, como lO demuestra el hecho palpable de que en los regímenes comunistas, entonces todavía existe res, la mujer seguía siendo explotada. Por tanto, el origen de su explotación no está en el capitalismo sino en el patriarcado. En 1971, Kate MILLET publica Política sexual donde define el patriarcado como «una institución en virtud de la cual una mitad de la población (es decir, las mujeres) se encuentra bajo el control de la otra mitad (los  hombres).
Las radicales identificaron como centros de dominación patriarcal esferas de la vida que hasta entonces se consideraban «privadas». A ellas corresponde el mérito de haber revolucionado la teoría política al analizar las relaciones de poder que estructuran la familia y la sexualidad: lo sintetizaron con un eslogan: «1o personal es político».
El feminismo radical puso en práctica una forma de organización y trabajo que tuvo mucho éxito: los grupos de autoconciencia, en los que se impulsaba a cada participante a exponer su experiencia personal de opresión con la finalidad de que tomara conciencia de ella y la analizase en clave política con vistas a lograr una transformación de la situación.
Estos grupos de autoconciencia pagaron el mismo precio que todos los grupos que excluyen a priori cualquier tipo no sólo de jerarquización sino incluso de división de funciones. En el prurito de que cada participante debía tener la misma consideración, el avance se hacía casi imposible porque la última recién llegada podía poner todo en cuestión y obligar al grupo a empezar de nuevo.
 
FEMINISMO DE LA DIFERENCIA
Algunos grupos de feministas radicales fueron evolucionando hacia el feminismo de la diferencia, que aboga por identificar y defender la identidad propia de la mujer y marcar bien sus señas diferenciales. Consideran que los varones, debido a su psicología, son agresivos, guerreros, depredadores. Las mujeres no deben entrar en ese juego m m-tentar imitarlos. Una de sus teóricas, la italiana Carla Louzi, afirma que «la meta de la toma del poder es totalmente vana». Y la francesa Luce Irigaray considera inútil o incluso nocivo empeñarse en obtener la igualdad. En Francia y en Italia existen notables partidarias del feminismo de la diferencia. Sus críticos dudan de que puedan construir la identidad femenina y a un tiempo destruir el mito «mujer».
Las teóricas de cada  una de las tendencias señaladas debaten entre ellas y en ocasiones se niegan mutuamente el título de feministas. Mientras tanto, los grupos feministas de base siguen su trabajo a menudo utilizando los diferentes lenguajes de forma alternativa y a veces hasta simultánea.