lunes, 23 de marzo de 2015

Carta de Lorena Cabnal a Bárbara Díaz Surin presa política por defender su territorio



Bárbara Díaz Surin  presidenta del Consejo Comunitario de Desarrollo - COCODE- de la comunidad Cruz Blanca de  San Juan Sacatepéquez, autoridad comunitaria y defensora de derechos humanos Maya Kaqchikel, fue detenida ilegalmente el 29 de octubre del 2014. 

A Bárbara se le persigue por defender su comunidad y su territorio, ella como parte de las 12 comunidades de San Juan Sacatepéquez ha sido perseguida y encarcelada como muchas otras personas que lo único que han hecho es defender la vida, el agua y el territorio. desde el año 2006 las comunidades de San Juan han luchado contra una empresa Cementera que se ha instalado en el lugar sin el consentimiento de la población, esta empresa trajo consigo desalojos , amenazas,  y persecución contra las y los líderes comunitarios. 

Lorena Cabnal es mujer indígena maya-xinka, feminista comunitaria, cofundadora de la Asociación de Mujeres Indígenas de Sta. María Xalapán Jalapa –AMISMAXAJ-, al igual que Bárbara , Lorena es una defensora de derechos humanos y defensora del terriorio y la vida  y el territorio cuerpo. 


Lorena Escribe a Bárbara 



Querida hermana y compañera Barbara Díaz. Te saluda Lorena Cabnal y te mando un abrazo con mucho afecto. Te recuerdo hermana  y compañera en el año 2009., cuando juntas hemos estado con otras compañeras y compañeros de los pueblos indígenas por toda la lucha de resistencia.
Nosotras en Xalapán y ustedes en San Juan.
Me acuerdo de esos días en que nos juntábamos en el 2010, cuando nos acercamos a las Trojes a dialogar , hablar y convivir  con todas las hermanas y hermanos. Tiempos difíciles, tiempos fuertes, pero también  tiempos hermosos de acuerparnos.

Quiero contarte que este 8 de marzo caminaste con nosotras en las calles  sabemos sos una presa política de este sistema patriarcal, racista y colonialista, pero también sabemos que sos de esas mujeres que nos da tanta energía para seguir levantando nuestro cuerpo para continuar en la lucha. Eres ejemplo de resistencia.

Quiero conarte que nosotras hemos encendido nuestras candelas con la intención  de tu nombre y de tu caso, para demandar justicia y la liberación de tu vida. Nosotras seguimos en resistencia.

Que la luz y la sabiduría  te acompañe, te abraze. Que la sabiduría de los abuelos siga caminando en esta resistencia , que siga caminando con tu familia, con tus hermanos , con San Juan. Te saludamos te reconocemos , te nombramos porque sos una mujer que cada día camina con nosotras.

Atentamente

Lorena Cabnal 






Lorena Cabnal 

lunes, 16 de marzo de 2015

Por qué el cuerpo como agente para cambiar





Por María Aguilar 


Cuando hablamos de cuerpo en general se piensa en este pedazo de carne, que come, defeca, y duerme. El cuerpo es mucho más que es eso, porque está vivo, reconocemos que algo está vivo por el movimiento que tiene, porque la vida es movimiento y el movimiento implica cambio. Y desde luego para cambiar se deben tomar decisiones.

La vida y el cambio se expresan a través de nuestros movimientos. Y cuando hablamos de movimientos, no  nos referimos a un deportista que se entrena todo el día, cuando hablamos de mover el cuerpo como agente de cambio nos referimos a las posibilidades que todas las personas tenemos, de movernos desde nuestros pensamientos, hasta nuestras células y desde nuestras células hasta nuestros pensamientos.

Muchas de nosotras, no sabemos cómo nos movemos, en el campo físico de la vida, ni el campo mental y mucho menos como se mueven nuestras emociones. Y correspondiente con esto, tampoco sabemos movernos, esto nos produce miedo a tal grado que preferimos no  intentar movernos. Y entonces perdemos las habilidades para movernos y por lo tanto para preservarnos y para vivir.

De tal manera vamos perdiendo también nuestra sensibilidad, no solo la sensibilidad motora, nos volvemos insensibles antes la situación de crueldad en la que vivimos, y perdemos la capacidad de visualizar alternativas y  posibilidades a nuestra forma de vivir. Acumulamos dolor en nuestras espaldas y nuestros órganos y comenzamos a creer que nos merecemos el dolor. Acumulamos pensamientos de pesadez y agotamiento, pero no dejamos de pensarlos.

El cuerpo es la forma física en la que se expresan nuestras emociones y pensamientos, por eso escucharlo es una manera de conocernos, sensibilizarnos con nuestras necesidades para tratarnos bien.

El cuerpo es el única forma de abordar la realidad que tenemos, en el habitamos, es a través de él que sentimos, percibimos y actuamos. En realidad sin él no existimos. No se puede cambiar la mente sin cambiar el cuerpo y no se puede cambiar el cuerpo sin cambiar la mente. Así como tampoco puede cambiar una persona sin cambiar sus relaciones y su entorno, como tampoco puede cambiar el entorno y las relaciones sin un cambio en la persona.

Cuando entramos en contacto con nuestro cuerpo, entramos en contacto con nosotras mismas. Practicar la propia escucha, es algo que puede desarrollarnos una  herramienta no solo para actuar en la vida diaria, sino a demás para protegernos. ¿De cuantas enfermedades podríamos protegernos si escucháramos los primeros mensajes y alertas que el cuerpo nos brinda? ¿De cuántos daños a nosotras mismas y a otras y otros nos libraríamos si estuviéramos atentas a nuestros pensamientos, palabras y actos? ¿Cómo sería nuestra forma de comunicarnos, de acariciarnos y de convivir con la naturaleza?

Todas las experiencias que vivimos, pasan por nuestros sentidos, seamos o no conscientes de ello. Y todas estas experiencias despiertan una emoción de agrado o desagrado. Pero muchas veces las escondemos, las ocultamos o nos aferramos a ellas, bloqueando así el flujo, el movimiento del que depende la vida. Así nos generamos tanto bloqueos físicos como mentales y emocionales. Nos imposibilitamos el movimiento, la capacidad de expansión y contracción, la capacidad de inhalar y exhalar, de acercarnos y alejarnos, de sonreír y de llorar, de agarrar y soltar.

Pero nuestras células tienen la capacidad de recordarlo, y recordárnoslo, ellas guardan el conocimiento que durante miles y miles de años nos ha permitido mantenernos como especie humana.  Escucharlas, nos permitirá recordar estas capacidades, que no hemos perdido pero que nos sabemos que tenemos.

Por eso la importancia del cuerpo en nuestros cambios, y lo que podamos hacer para relacionarnos con nosotras mismas,  desde las alegres caricias que podemos proporcionarnos, hasta las terapias somáticas y las terapias psicológicas que trabajan desde el cuerpo.



jueves, 12 de marzo de 2015

La lucha Zapatista tiene rostro de Mujer

Fotografía  Jeff lejjan Abbot
Desde 1994, las mujeres Zapatistas han luchado para su derechos y identidad como mujeres indígenas. 31 de Diciembre de 2013. Previo a la celebración de los 20 años de lucha zapatista 

"el primer alzamiento del EZLN fue en marzo de 1993 y lo encabezaron las mujeres zapatistas…” 

"Susana, tzotzil, está enojada. Hace rato la burlaban porque, dicen los demás del CCRI, ella tuvo la culpa del primer alzamiento del EZLN, en marzo de 1993. “Estoy brava”, me dice. Yo, mientras averiguo de qué se trata, me protejo tras una roca. “Los compañeros dicen que por mi culpa se alzaron los zapatistas el año pasado”. Yo me empiezo a acercar cauteloso. Después de un rato descubro de qué se trata: en marzo de 1993 los compañeros discutían lo que después serían las “Leyes Revolucionarias”. A Susana le tocó recorrer decenas de comunidades para hablar con los grupos de mujeres y sacar así, de. su pensamiento, la “Ley de Mujeres”. Cuando se reunió el CCRI a votar las leyes, fueron pasando una a una las comisiones de justicia, ley agraria, impuestos de guerra, derechos y obligaciones de los pueblos en lucha, y la de mujeres. 

A Susana le tocó leer las propuestas que había juntado del pensamiento de miles de mujeres indígenas. Empezó a leer y, conforme avanzaba en la lectura, la asamblea del CCRI se notaba más y más inquieta. Se escuchaban rumores y comentarios. En chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mam, zoque y “castilla”, los comentarios saltaban en un lado y otro. Susana no se arredró y siguió embistiendo contra todo y contra todos: “Queremos que no nos obliguen a casarnos con el que no queremos. Queremos tener los hijos que queramos y podamos cuidar. 

Queremos derecho a tener cargo en la comunidad. Queremos derecho a decir nuestra palabra y que se respete. Queremos derecho a estudiar y hasta de ser choferes”. Así siguió hasta que terminó. Al final dejó un silencio pesado. Las “leyes de mujeres” que acababa de leer Susana significaban, para las comunidades indígenas, una verdadera revolución. Las responsables mujeres estaban todavía recibiendo la traducción, en sus dialectos, de lo dicho por Susana. Los varones se miraban unos a otros, nerviosos, inquietos. De pronto casi simultáneamente, las traductoras acabaron y, en un movimiento que se fue agregando, las compañeras responsables empezaron a aplaudir y hablar entre ellas. 

Ni qué decir que las leyes “de mujeres” fueron aprobadas por unanimidad. Algún responsable tzeltal comentó: “Lo bueno es que mi mujer no entiende español, que si no…” Una oficial insurgente, tzotzil y con grado de mayor de infantería, se le va encima: “Te chingaste porque lo vamos a traducir en todos los dialectos”. El compañero baja la mirada. Las responsables mujeres están cantando, los varones se rascan la cabeza. Yo, prudentemente, declaro un receso. Esa es la historia que, según me dice Susana ahora, salió cuando alguien del CCRI leyó una nota periodística que señalaba que la prueba de que el EZLN no era auténticamente indígena es que no podía ser que los indígenas se hubieran puesto de acuerdo en iniciar su alzamiento el primero de enero.

 Alguno, en broma, dijo que no era el primer alzamiento, que el primero había sido en marzo de 1993. Bromearon a Susana y ésta se retiró con un contundente “váyanse a la chingada” y algo más en tzotzil que nadie se atrevió a traducir. Esa es la verdad: el primer alzamiento del EZLN fue en marzo de 1993 y lo encabezaron las mujeres zapatistas. No hubo bajas y ganaron. Cosas de estas tierras.”

Fragmento de la Carta de Marcos sobre la vida cotidiana en el EZLN del 26 de enero de 1994.

8 de Marzo día internacional de las mujeres: Seguimos Soñando, Seguimos caminando , Seguimos Luchando:







Cada 8 de marzo en todas partes del mundo mujeres diversas salen a reinvindicar sus derechos, en Guatemala cientos de mujeres salieron nuevamente a la calle a nombrar sus luchas a gritar, cantar, caminar, con el objetivo de demandar sus derechos así como exigir el cese de la violencia contra la mujeres, la criminalización de las luchas, el cese al despojo del territorio y del cuerpo.

La lucha de las mujeres no es únicamente cada 8 de marzo o 25 de noviembre, si no todos los días, a pesar de que estas fechas emblemáticas han querido ser usadas y mercantilizadas por el mismo sistema que genera opresión sobre las mujeres, debemos recordar que las luchas de otras mujeres son quienes han forjado caminos para mostrar la desigualdad, el racismo, y otras opresiones.








En la calle, la vida cotidiana continuaba mientras las mujeres caminaban , pero desde cada puesto de trabajo, desde cada labor diaria, desde el paseo dominical otras mujeres se unen a la lucha por la vida, y es que diariamente las mujeres tienen que enfrentarse , al racismo, a la pobreza, al despojo, a la criminalización, al feminicidio y a la violencia estructural. 





A pesar de ello cada día hay mujeres en las calles nombrando sus propias vidas, siendo las protagonistas de su historia, cada día las mujeres ponen sus cuerpos para defender su territorio, trabajan, sueñan, cada día la lucha es constante y la resistencia se mantiene .





No pueden detener la sangre que corre por el cuerpo, no pueden detener la vida, no pueden silenciar la voz, no pueden romper la piel, no pueden encarcelar la dignidad, ni inmovilizar el agua , el fuego , el aire que brota de la fuerza de las mujeres.












martes, 10 de marzo de 2015

Carta de Angelica Choc a Bárbara Díaz Surin presa política por defender su territorio



Bárbara Díaz Surin  presidenta del Consejo Comunitario de Desarrollo - COCODE- de la comunidad Cruz Blanca de  San Juan Sacatepéquez, autoridad comunitaria y defensora de derechos humanos Maya Kaqchikel, fue detenida ilegalmente el 29 de octubre del 2014. 

A Bárbara se le persigue por defender su comunidad y su territorio, ella como parte de las 12 comunidades de San Juan Sacatepéquez ha sido perseguida y encarcelada como muchas otras personas que lo único que han hecho es defender la vida, el agua y el territorio. desde el año 2006 las comunidades de San Juan han luchado contra una empresa Cementera que se ha instalado en el lugar sin el consentimiento de la población, esta empresa trajo consigo desalojos , amenazas,  y persecución contra las y los líderes comunitarios. 


Angélica Choc, es una lideresa  y defensora de los derechos humanos Q’eqchi’ y viuda del maestro Adolfo Ich Chamán, quién fuera brutalmente asesinado por elementos de una empresa privada de seguridad contratada por la empresa canadiense Compañía Guatemalteca de Níquel CGN de la  subsidiaria de HudBay Minerals y HMI Nickel.

 Ella a librado una lucha no solo por el asesinato de su esposo si no por su comunidad  y por otras mujeres que han sido afectadas por dicha empresa.  También  tuvo que pasar el encarcelamiento de su hermano Ramiro Choc quien fue preso político por defender su territorio y fue encarcelado por varios años injustamente.

Hoy Angélica Choc , envía una carta de solidaridad a Bárbara Díaz quien como ella son defensoras de derechos humanos, mujeres lideresas, madres,  hermanas, hijas  que se unen la búsqueda de justicia y en la defensa de la vida, el agua y el territorio.

La Carta dice lo siguiente:

"Hola Bárbara. ¿Te recuerdas de mi verdad? Hemos estado juntas en las calles para exigir justicia para que nuestros derechos como mujeres indígenas sean respetados y por eso Bárbara, tu estas encerrada.
Pero vas a estar afuera y nos vamos a encontrar de nuevo en las calles y en nuestras comunidades para seguir nuestras luchas.   Te recuerdo mucho, recuerdo cuando hemos luchado juntas por la liberación de nuestros hermanos presos, como Ramiro Choc.   Te agradezco Bárbara por lo que hiciste por Ramiro , y me da mucho dolor que tu estés ahora encerrada.

Vas a salir Bárbara, confío en Dios y en mis lágrimas que yo derramo al recordarte, son lagrimas  de esperanza para que un día estés afuera.  Gracias Bárbara, las mujeres indígenas  defensoras estamos contigo, te queremos, te recordamos  y te esperamos.
Un día, si Dios lo permite voy a llegar a visitarte,  son mis saludos para ti  Bárbara.
Te agradezco mucho la atención. Voy a estar hablando de ti, te tengo en mi mente.  Voy a viajar a Canadá y voy hacer  publico lo que te han hecho.
Te quiero.


Atentamente: Angélica Choc”



viernes, 6 de marzo de 2015

La violencia de la guerra no pudo sepárarnos , nuevamente juntas



Por Crisitna Chiquin - Mujeres ixchel

Pasaron más de 28 años para que una madre se volviera a encontrar con su pequeña de 4 años. María González Cedillo, quien vivía en la Aldea Río Azul del municipio de Nebaj, El Quiché, está junto a su hija nuevamente.

“Fuimos perseguidas y masacradas por los Ejércitos”

María con su familia tuvieron que huir de la aldea en que vivían en 1984. Se refugiaron en aldeas de las montañas de Chajul, debido a la represión a la que fueron sometidas las poblaciones por parte del Ejército de Guatemala. Miles de personas tuvieron que hacerlo para salvar sus vidas, sin embargo las condiciones que en las que estuvieron obligadas a vivir hicieron que mucha gente muriera, por hambre, enfermedad, frio y miedo.



“Comíamos una vez al día”

“Nosotros sembrábamos milpa pero los ejércitos llegaban a cortar, no podíamos juntar fuego para la comida para que no nos viera el ejercito, comíamos solo una vez al día, solo de noche se podía juntar fuego, sufrimos bastante, no solo vivimos en una comunidad sino que tuvimos que vivir en varios lugares de la montaña, ya no había ropa, ni comida, ahí sufrimos con la hija que hoy vamos a enterrar.”



Debido al asedio constante del ejercito, María tuvo que vivir en diferentes lugares en la montaña, junto con su hija Jacinta Santiago González quien en ese entonces tenía 4 años, y  quien tendría 35 en la actualidad. María y Jacinta no estaban solas si no que huían junto con su familia, el papá de Jacinta y una hermana más, Marta. En una de las ocasiones en que tuvieron que volver a huir, por la llegada del ejército al lugar, la pequeña Jacinta se cae y se asusta.

“Murió de Susto”


La niña se enfermó y murió quince días después, por las condiciones en  que vivían en la montaña la familia no tuvo otra opción que dejarla en el lugar donde murió.

“Jacinta murió por miedo, por susto, porque en esa época habían muchas masacres, habían muchos niños a los cuales no se les podía dejar que ellos lloraran porque cuando lo hacían los ejércitos escuchaban y muchos murieron a causa de esto.”

Jacinta fue encontrada gracias a la búsqueda de su madre quien recuperó su cuerpo después de 28 años, ya que había sido enterrada a la par de la casa temporal en la que vivieron previó a la llegada del ejército.



María se enteró de las exhumaciones gracias a la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala, CONAVIGUA, por lo que decidió recuperar los restos de su hija para ser enterrada cerca de la familia, ya que su cuerpo se hallaba en la montaña de Paal, Chajul.

“Estoy contenta de dejar a mi hija en un lugar digno, al fin estoy cerca de ella, porque cuando se quedó en la montaña nunca pude regresar a visitarla a dejarle una flor, una veladora, ahora esta cerca de mí y cerca de su papá quien ya falleció… no solo mi hija falleció en el tiempo de la violencia si no que también mi abuelo y otra hermana pero no recuerdo donde están enterrados… aunque ya no puedo hablar con mi hija estoy satisfecha porque ahora está en un lugar digno"



Los restos de Jacinta están en casa, después de más de 28 años de su muerte causada por la violencia del Estado durante el conflicto armado interno en1984, hoy una niña de 4 años descansa junto a su padre, gracias a la lucha de su madre.


Según la Comisión de Esclarecimiento Histórico, niñas y niños sufrieron la violencia directa e indirectamente durante la guerra, “Del total de víctimas con edad conocida, los niños conforman el 20% de las personas muertas por ejecución arbitraria; el 14% de víctimas de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes; el 11% de víctimas de desaparición forzada; el 60% de los muertos por desplazamiento forzado; el 16% de los privados de libertad, y el 27% de los violados sexualmente.”[1]

Durante los desplazamientos forzados fueron las niñas y los niños quienes más perdieron la vida, es decir más de la mitad de la población desplazada, la inestabilidad e incertidumbre  generaban miedo e inseguridad en la niñez. En muchos casos se reporto que niñas y niños murieron por “susto y por miedo”, en otros casos murieron asfixiados por sus madres cuando en las huidas les tapaban la boca por por temor a ser escuchados por sus perseguidores.


Y muchas otras niñas, como Jacinta, murieron por el terror que vivían constantemente. La lucha de su madre y la de la familia por sobrevivir lograron que hoy Jacinta esté cerca de su padre y de su hogar. Una niña que vio su vida cegada, por un Estado que, en lugar de protegerla, la persiguió asesinando no solo sus sueños de niña, sino su cuerpo.



La verdad llega, y es desde la voz de las mujeres que piden justicia, y que luchan por no dejarla en el olvido, la verdad seguirá resurgiendo de las entrañas de la tierra. Y a pesar de todo el dolor, de la violencia hoy Jacinta y María están nuevamente cerca.

María logró enterrar a su hija, el 19 de febrero de 2015, con una mirada serena y junto a vecinas y familiares, Jacinta fue recibida y acompañada para descansar, en los brazos de la tierra, en los brazos de su familia. La violencia de la guerra no pudo contra el amor, ni contra la memoria.












Ccr/Eq




[1] Informe de Comisión de Esclarecimiento Histórico de Guatemala