jueves, 12 de marzo de 2015

La lucha Zapatista tiene rostro de Mujer

Fotografía  Jeff lejjan Abbot
Desde 1994, las mujeres Zapatistas han luchado para su derechos y identidad como mujeres indígenas. 31 de Diciembre de 2013. Previo a la celebración de los 20 años de lucha zapatista 

"el primer alzamiento del EZLN fue en marzo de 1993 y lo encabezaron las mujeres zapatistas…” 

"Susana, tzotzil, está enojada. Hace rato la burlaban porque, dicen los demás del CCRI, ella tuvo la culpa del primer alzamiento del EZLN, en marzo de 1993. “Estoy brava”, me dice. Yo, mientras averiguo de qué se trata, me protejo tras una roca. “Los compañeros dicen que por mi culpa se alzaron los zapatistas el año pasado”. Yo me empiezo a acercar cauteloso. Después de un rato descubro de qué se trata: en marzo de 1993 los compañeros discutían lo que después serían las “Leyes Revolucionarias”. A Susana le tocó recorrer decenas de comunidades para hablar con los grupos de mujeres y sacar así, de. su pensamiento, la “Ley de Mujeres”. Cuando se reunió el CCRI a votar las leyes, fueron pasando una a una las comisiones de justicia, ley agraria, impuestos de guerra, derechos y obligaciones de los pueblos en lucha, y la de mujeres. 

A Susana le tocó leer las propuestas que había juntado del pensamiento de miles de mujeres indígenas. Empezó a leer y, conforme avanzaba en la lectura, la asamblea del CCRI se notaba más y más inquieta. Se escuchaban rumores y comentarios. En chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mam, zoque y “castilla”, los comentarios saltaban en un lado y otro. Susana no se arredró y siguió embistiendo contra todo y contra todos: “Queremos que no nos obliguen a casarnos con el que no queremos. Queremos tener los hijos que queramos y podamos cuidar. 

Queremos derecho a tener cargo en la comunidad. Queremos derecho a decir nuestra palabra y que se respete. Queremos derecho a estudiar y hasta de ser choferes”. Así siguió hasta que terminó. Al final dejó un silencio pesado. Las “leyes de mujeres” que acababa de leer Susana significaban, para las comunidades indígenas, una verdadera revolución. Las responsables mujeres estaban todavía recibiendo la traducción, en sus dialectos, de lo dicho por Susana. Los varones se miraban unos a otros, nerviosos, inquietos. De pronto casi simultáneamente, las traductoras acabaron y, en un movimiento que se fue agregando, las compañeras responsables empezaron a aplaudir y hablar entre ellas. 

Ni qué decir que las leyes “de mujeres” fueron aprobadas por unanimidad. Algún responsable tzeltal comentó: “Lo bueno es que mi mujer no entiende español, que si no…” Una oficial insurgente, tzotzil y con grado de mayor de infantería, se le va encima: “Te chingaste porque lo vamos a traducir en todos los dialectos”. El compañero baja la mirada. Las responsables mujeres están cantando, los varones se rascan la cabeza. Yo, prudentemente, declaro un receso. Esa es la historia que, según me dice Susana ahora, salió cuando alguien del CCRI leyó una nota periodística que señalaba que la prueba de que el EZLN no era auténticamente indígena es que no podía ser que los indígenas se hubieran puesto de acuerdo en iniciar su alzamiento el primero de enero.

 Alguno, en broma, dijo que no era el primer alzamiento, que el primero había sido en marzo de 1993. Bromearon a Susana y ésta se retiró con un contundente “váyanse a la chingada” y algo más en tzotzil que nadie se atrevió a traducir. Esa es la verdad: el primer alzamiento del EZLN fue en marzo de 1993 y lo encabezaron las mujeres zapatistas. No hubo bajas y ganaron. Cosas de estas tierras.”

Fragmento de la Carta de Marcos sobre la vida cotidiana en el EZLN del 26 de enero de 1994.

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