Las clorindas
La autonomía para nosotras es una estrategia política  que quiere frenar el proceso de cooptación con el que los estados, los  partidos políticos y las instituciones tratan de ahogar los movimientos  sociales. Es una forma de pararse frente a ese mundo de una manera  insolente y subversiva. Cuestionamos todas las diversas formas de  discriminación y de subordinación, también  aquellas que intentan  instalarse dentro del propio movimiento. A la vez, la autonomía es un proceso permanente de construcción, de  transformación, de independización. Es una opción que busca desarrollar  el control y poder de las mujeres en nuestras vidas: en todos los  contextos sociales, políticos, económicos y culturales en que nos toca  vivir, pensar y actuar.
Feminismo Autónomo+
“Las feministas autónomas entendemos al movimiento  feminista como el espacio que ejercita en todo acto la unión entre lo  íntimo, lo privado y lo público. Sin estos tres niveles integrados  terminamos siempre incompletas. Es su articulación lo que nos permite  crear desarrollo filosófico con capacidad de propuesta de otra cultura”.  (Declaración del Feminismo Autónomo. Cartagena, Chile. 1996)
Desde 1993 en el sexto encuentro feminista de américa  latina y del caribe realizado en El Salvador, se pone de manifiesto las  diferentes corrientes de acción y pensamiento del feminismo y la  necesidad de profundizar en el análisis y arraigo de éstas. En el  siguiente encuentro efectuado en Cartagena, Chile el año 1996, la  apuesta metodológica era promover la discusión política en que la  explicitación de la diferencias políticas, principalmente de las dos  corrientes más evidentes; La Institucionalizada y la Autónoma, (sin  excluir las diversas expresiones que derivan o se diferencian de ambas)  sirviera para la construcción colectiva del Movimiento. Las diversas  instancias de discusión se manifestaron en torno a Ponencias; Talleres  de Profundización y Plenarias. En lo específico el taller de “Feminismo  Autónomo” propició un espacio de visibilización y reflexión en torno al  tema, se elaboró un documento a modo de declaración en el que basa la  conformación del movimiento feminista autónomo en América latina que se  consolida en el primer encuentro feminista autónomo, realizado en  Sorata, Bolivia el año 1998.
“Las Autónomas” Nos congregamos como un movimiento  social que no tranza con el sistema imperante y por ende no demanda  soluciones ambiguas a éste en nombre de las mujeres y del movimiento  feminista; sino que al fomento de repensar el mundo, la realidad y la  cultura; desde lo íntimo, lo privado y lo público.  Más allá de no recibir, ni aceptar financiamiento por parte del estado,  ni de ninguna institución patriarcal, planteamos un cambio social desde  la práctica rebelde y subversiva, que se refleja en la creación de redes  con otros organismos asistémicos, el autofinanciamiento y la  autogestión de recursos.
Nuestro accionar está dirigido a recuperar la calle,  ocupar el espacio público, como una respuesta contestaria a la  destrucción y coaptación que el estado ha impulsado contra las  organizaciones sociales que se oponen al sistema neoliberal y  globarizador. Todos los países están estructurados con una mentalidad en  el que el modelo del ser human@ es el masculino, donde las mujeres han  sido invisibilizadas; los organismos internacionales como un mecanismo  de control y manipulación, ponen en agenda e incluso designan fondos  para abordar de los problemas del mundo (guerra, pobreza, hambre,  analfabetismo, abuso y explotación, entre otros) y, por supuesto, no  consideran que quienes más sobrellevan estos problemas son las mujeres,  quienes además, no son consultadas acerca de una posible solución. El  feminismo autónomo es por tanto, un camino vigente para impulsar un  cambio civilizatorio.



 
 
 
 
 
 
 

 


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