jueves, 2 de junio de 2011

Porqué somos feministas autónomas


Las clorindas
 
La autonomía para nosotras es una estrategia política que quiere frenar el proceso de cooptación con el que los estados, los partidos políticos y las instituciones tratan de ahogar los movimientos sociales. Es una forma de pararse frente a ese mundo de una manera insolente y subversiva. Cuestionamos todas las diversas formas de discriminación y de subordinación, también aquellas que intentan instalarse dentro del propio movimiento. A la vez, la autonomía es un proceso permanente de construcción, de transformación, de independización. Es una opción que busca desarrollar el control y poder de las mujeres en nuestras vidas: en todos los contextos sociales, políticos, económicos y culturales en que nos toca vivir, pensar y actuar.

Feminismo Autónomo+

“Las feministas autónomas entendemos al movimiento feminista como el espacio que ejercita en todo acto la unión entre lo íntimo, lo privado y lo público. Sin estos tres niveles integrados terminamos siempre incompletas. Es su articulación lo que nos permite crear desarrollo filosófico con capacidad de propuesta de otra cultura”. (Declaración del Feminismo Autónomo. Cartagena, Chile. 1996)
Desde 1993 en el sexto encuentro feminista de américa latina y del caribe realizado en El Salvador, se pone de manifiesto las diferentes corrientes de acción y pensamiento del feminismo y la necesidad de profundizar en el análisis y arraigo de éstas. En el siguiente encuentro efectuado en Cartagena, Chile el año 1996, la apuesta metodológica era promover la discusión política en que la explicitación de la diferencias políticas, principalmente de las dos corrientes más evidentes; La Institucionalizada y la Autónoma, (sin excluir las diversas expresiones que derivan o se diferencian de ambas) sirviera para la construcción colectiva del Movimiento. Las diversas instancias de discusión se manifestaron en torno a Ponencias; Talleres de Profundización y Plenarias. En lo específico el taller de “Feminismo Autónomo” propició un espacio de visibilización y reflexión en torno al tema, se elaboró un documento a modo de declaración en el que basa la conformación del movimiento feminista autónomo en América latina que se consolida en el primer encuentro feminista autónomo, realizado en Sorata, Bolivia el año 1998.
“Las Autónomas” Nos congregamos como un movimiento social que no tranza con el sistema imperante y por ende no demanda soluciones ambiguas a éste en nombre de las mujeres y del movimiento feminista; sino que al fomento de repensar el mundo, la realidad y la cultura; desde lo íntimo, lo privado y lo público. Más allá de no recibir, ni aceptar financiamiento por parte del estado, ni de ninguna institución patriarcal, planteamos un cambio social desde la práctica rebelde y subversiva, que se refleja en la creación de redes con otros organismos asistémicos, el autofinanciamiento y la autogestión de recursos.
Nuestro accionar está dirigido a recuperar la calle, ocupar el espacio público, como una respuesta contestaria a la destrucción y coaptación que el estado ha impulsado contra las organizaciones sociales que se oponen al sistema neoliberal y globarizador. Todos los países están estructurados con una mentalidad en el que el modelo del ser human@ es el masculino, donde las mujeres han sido invisibilizadas; los organismos internacionales como un mecanismo de control y manipulación, ponen en agenda e incluso designan fondos para abordar de los problemas del mundo (guerra, pobreza, hambre, analfabetismo, abuso y explotación, entre otros) y, por supuesto, no consideran que quienes más sobrellevan estos problemas son las mujeres, quienes además, no son consultadas acerca de una posible solución. El feminismo autónomo es por tanto, un camino vigente para impulsar un cambio civilizatorio.

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