lunes, 3 de junio de 2019

El nombre de Thelma Cabrera, se hace evidente en la campaña electoral

Por primera vez en la era democrática, Guatemala cuenta con la oportunidad de escuchar a una mujer de origen maya-mam, quien presenta un historial de vida admirable. Ha transcurrido 49 años de vida y en este tiempo, su proyecto se ha dirigido hacia la denuncia de la desigualdad, la explotación, las violaciones a los derechos humanos y del estado nefasto en el que se ha convertido el territorio guatemalteco. La describen como una mujer fuerte, quien no se deja manipular, quien ante las cámaras no duda en hablar y expresar libremente el proyecto político al que representa.

Sí, Thelma Cabrera, para sorpresa de muchos, está liderando un discurso político que desde ya, está marcando un hito en la historia del país. Esto es porque es una voz transgresora, que se sabe conocedora de la base política, de la verdadera ejecución de una organización social, quien no tiene tachas en su historial de vida, porque su defensa del territorio y por los derechos humanos la anteceden y delatan como persona confiable, como promotora de discursos que valen la pena escuchar.

Su espíritu de transparencia la ha llevado a negarse a participar en ciertos espacios oficiales de medios de comunicación, es por esto que en los círculos "oficiales", ella es hasta invisibilizada, porque representa ese ser que refleja una posición férrea y llena de dignidad. Con esto logra dejar claro que no está dispuesta a vender sus minutos de televisión, a una emisora cuya ideología sea incompatible con su proyecto político.

Es de admirar que Thelma Cabrera representa a un partido, que está compitiendo en este proceso atípico del 2019 en Guatemala, tras la reforma a la Ley Electoral, en donde mucho se ha dicho de las inconsistencias legales y acciones del Tribunal Supremo Electoral. Sin embargo, es posible evidenciar que su partido, es uno de los pocos, que realmente tienen un proyecto político definido, claro y concreto, que está al alcance de quien quiera estudiarlo, cuyo planteamiento del Estado Plurinacional presenta una propuesta honorable para el desarrollo integral de los y las guatemaltecas, ante el estado en el que nos encontramos actualmente en el país. Sí, porque a pesar de estar legalmente inscritos como un Estado multicultural y plurilingüe, la desigualdad étnica se sigue practicando en mayor medida, tanto en años recientes como en el pasado, solo es de evidenciar las condiciones de servicios estatales en espacios rurales, estos denotan el racismo estructural en el que nos encontramos. Así, la falta de ejecución integral del convenio 169, sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, hace evidente la necesidad de un cambio en el ejercicio de la ley en el país. Y por último, con la movilización masiva de los migrantes guatemaltecos, hombres, mujeres, adolescentes e infantes, que se unieron a las caravanas migrantes para visibilizar el fenómeno que prevalece en el espacio norte centroamericano, hicieron evidente la falta de ejecución en políticas públicas que resguarden la dignidad de los y las ciudadanas guatemaltecas, debido a la inseguridad, la pobreza, el desempleo, el cambio climático, la corrupción y podemos seguir enumerando.

Así, desde los grupos feministas reconocemos que este ejercicio de la figura pública de Thelma Cabrera representa un doble desafío y una victoria real para las mujeres. Esto es porque en un país racista, machista, misógino, colonialista, que rechaza las figuras de líderes indígenas, y más aún, una mujer maya que sea líder de su comunidad, enfrenta a los más íntimos prejuicios de un gran número de personas en el país. El estar dentro de una estructura social que se conforma colonizada puesto que cataloga y encasilla a la población maya fuera de puestos de poder centrales, estigmatizando a las movilizaciones indígenas y devaluando las propuestas desde las comunidades, es posible que cuestione y discrimine la figura que representa Thelma Cabrera. Sin embargo, desde el ejercicio del rol de líder comunitaria, desde su tránsito de lo privado a lo público y desde el ejercicio de una voz como mujer maya, las mujeres en Guatemala ganamos espacio y visibilidad. Sí, el posicionar ya a Thelma Cabrera como referente de mujer maya-mam en la política guatemalteca, ya es una ganancia sustancial para las generaciones actuales y no digamos para las futuras mujeres, que en ella pueden verse reflejadas y así empoderar más su rol y proyecto de vida.

Es por esto que, la figura de Thelma Cabrera en el actual proceso democrático, resulta ser muy interesante, de gran fuerza humana, de confiabilidad en su palabra, del reconocimiento de la sabiduría de vida, aún en contra de quienes valoran la títulocracia, ella, como mujer maya-mam sabe de las necesidades de la Guatemala real, de quienes trabajan la agricultura, de quienes defienden el territorio, Thelma Cabrera representa una nueva voz. Una voz de mujer conocedora, clara en su posicionamiento y sobre todo, que emerge dentro del ideal de una nueva política, que venga a sanear poco a poco, este territorio que en tan poco espacio, ha derramado demasiada sangre.

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