martes, 16 de agosto de 2011

¡No es no! El cuerpo es nuestro


Victoria Aldunate Morales
Y ningún honorable huinca, haga lo que haga en nosotras, nos arrebata la dignidad o los deseos  de amar. Termino esta frase y me arrepiento. Arranque de optimismo, el mío. El dolor luego de una violación nos deja con el amor propio maltrecho y con escasa capacidad de amar a los demás… Igualmente, ante el acto sistemático de abusarnos para controlarnos, no nos queda más que la autodefensa de mujeres, los movimientos de mujeres y la denuncia política porque la Violación y todas las formas de Violencia contra las mujeres son actos políticos patriarcales.  n todo el mundo las mujeres son violentadas, no importa el color político o el género de quien gobierne, ni la especificidad de la cultura. Hay países que autorizan la violación legalmente: en Jamaica el incesto y la violación son permitidas en la familia y el matrimonio. En Hungría, el 70 por ciento de los delitos sexuales los cometen familiares masculinos y no se los juzga. La impunidad no
sólo está en la calle, sino en la casa.
A las negras y a las blancas se las viola en el hogar a menudo, a las pobres y a las indígenas, tantas otras veces en los cuarteles de policía y en las calles. En Nigeria es pan de todos los días que la policía y las fuerzas de seguridad violen mujeres detenidas (prostitutas, delincuentes, indigentes, niñas de la calle…). Las indígenas de Estados Unidos son dos veces más violadas que las demás mujeres de ese país.
La violación es un arma clasista, racista, machista, en definitiva, lo mismo: Patriarcado en la casa o
en la calle, en el aula o en la oficina. En Alto Hospicio, ciudad perdida en el norte pobre de Chile, entre 1999 y 2001, un hombre de nombre Julio Pérez Silva violó y asesinó a 14 niñas (la número 15, se salvó de la muerte y lo denunció). Al agresor, los medios le llamaron “psicópata”. Pero cuando aún no se sabía el paradero de las niñas la policía desestimaba las denuncias de sus madres y decía que “se habrían ido de
putas”. Eran niñas pobres. En ese tiempo, un taxista de Alto Hospicio, sin diagnóstico psicopático,
declaró a la prensa: “Tiene que mirar a esas cabritas... A los 16 años están comestibles. La otra
vez le hice empeño a una de 15 años...”. El periodista que escribió la nota por su parte, sostenía
una hipótesis: “hay delito” y daba varias razones para probarlo: “…lo más importante que hace
suponer la intervención de un tercero: que eran de físico generoso”... (1).
Pareciera que los varones, padres, padrastros, esposos, militares, policías, blancos, mestizos,
psicópatas, e incluso los periodistas masculinos que relatan las noticias de una violación, piensan
parecido: los cuerpos de las mujeres y las niñas “contienen culpa”: “Provocan”. Los violadores y
sus cómplices pasivos, todos son huincas: asesinos y violadores en mapudungún: ellos: los
conquistadores, nosotras: las colonizadas.



MUJERES VIOLABLES

Génesis 19, 4-8: “Jóvenes y viejos de Sodoma, toda la población hasta el último, gritaban a Lot: -
¿Dónde están los hombres [= ángeles] que han entrado en tu casa esta noche? Sácalos para que
nos acostemos con ellos. Lot se asomó a la entrada, cerrando la puerta al salir, y les dijo: -
Hermanos míos, no seáis malvados. Mirad, tengo dos hijas que no han tenido que ver con
hombres; os las sacaré para que las tratéis como queráis, pero no hagáis nada a estos hombres
que se han cobijado bajo mi techo”.
Y en Jueces 19, 24-29, se cuenta que cuando pernoctaban en Loma un levita y su concubina, se
acercaron “unos pervertidos pretendiendo acostarse con él. El dueño de la casa donde se
hospedaban salió y les rogó de este modo: “-Mirad, tengo una hija soltera: os la voy a sacar, y
abusáis de ella y hacéis con ella lo que queráis, pero a este hombre no se os ocurra hacerle tal
infamia. Como no querían hacerle caso, el levita tomó a su mujer y se la sacó afuera. Ellos se
aprovecharon de ella y la maltrataron toda la noche hasta la madrugada...” (2).
¿Qué es la violación y cualquier abuso sexual, sino una tortura? ¿Cuál es el mensaje del
patriarcado, sino no es que las mujeres nos merecemos esa tortura? ¿Para qué se nos viola si no
es para colonizarnos y someternos?

“INMUNDAS”, DICE LA BIBLIA

La misoginia, odio y desprecio por las mujeres, es la norma del Patriarcado. Hay mitos, leyendas y
hechos reales que muestran el placer por exterminar mujeres. En la Edad Media se comete el
mayor Holocausto contra las mujeres: 40 mil a 70 mil mujeres asesinadas y torturadas, quemadas
vivas sólo en Europa, acusadas de brujas, acusación basada en el escrito eclesiástico “Maleficum
Maleficarum” que afirma que por cada 100 brujas hay sólo 1 brujo, pues las mujeres seríamos más
dadas a los descontroles del cuerpo y la lascivia (3).
Muchas “enseñanzas” del Antiguo y Nuevo Testamento lo confirman: “Cuando la mujer conciba y
dé a luz un varón, será inmunda siete días… Y si diere a luz hija, será inmunda dos semanas. Y
cuando la mujer tuviere flujo de sangre, siete días estará apartada y cualquiera que la tocare será
inmundo…” (Levítico).
“…y si hubiere sido infiel a su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella para
amargar, su vientre se hinchará y caerá su muslo; y la mujer será maldición en medio de su
pueblo” (El Libro Cuarto de Moisés).
“…si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, entonces la sacarán a la puerta de
la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá” (Deuteronomio).


LA PROVOCACIÓN ESTÁ EN LOS OJOS DEL PROVOCADO

El honor es cosa de machos. Cuando la mujer de un hombre es mancillada, es el honor de él el
que sufre. El Honor, igual que los ejércitos, las charreteras, las banderas, los bustos de los héroes,
el concepto de patria, las corridas de toro y los rodeos, los piropos y las calles oscuras de noche,
son masculinos. Tienen que ver con la Hombría. La misma Hombría que combate, como buen
soldado, con violencia y genocidio cualquier liberación de las esclavas.
La sociedad no está menos machista, como le gusta decir a quienes niegan el conflicto feminista,
es que las mujeres ya nos salimos de madre (o mejor de padre). Entonces, nos matan más, nos
violan más, nos humillan más, nos burlan todavía más. (No hay chiste burdo ni titular “popular” que
no tenga el cuerpo de una mujer como objeto).
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, una de cada cinco mujeres tiene probabilidades
de ser víctima de una violación o de un intento de violación a lo largo de su vida.
La Violación a las mujeres es un método sistemático de control y dominio patriarcal.
En el abuso sexual, con penetración o no, el hombre busca poder y control, no pasión. Las
circunstancias pueden ser muchas y variadas, y las víctimas, de cualquier edad. Informes
británicos y estadounidenses demuestran que alrededor de un 80% de las agresiones contra
mujeres son total o parcialmente planeadas con anterioridad y el porcentaje es aun mayor cuando
es perpetrada por dos o más agresores. Los especialistas que han estudiado al violador han
llegado a la conclusión de que se trata de un individuo "corriente", no un psicópata.
“No hay nada absolutamente cierto sobre los violadores”, dicen, aparte del hecho que son varones
(4). La aplastante realidad es esa: los violadores en un 99 por ciento son hombres.
Lo que se siente, lo siente el que siente… O mejor dicho si te sientes provocado por mi cuerpo, la
capacidad de sentirte provocado es tuya, y no me haré cargo de ella. No todos los hombres
deciden violar, entonces la provocación está en los ojos del violador que se siente provocado.


AUTODEFENSA DE MUJERES

En la Edad Media también, hay datos históricos de los siglos X en adelante, sobre violaciones en
grupo a mujeres pobres, solteras o casadas. Una especie de deporte y entrenamiento sexual para
hombres adolescentes y jóvenes pudientes. También se daban las violaciones individuales a chiquillas
con dotes jugosas, conveniente para el violador si era pobre, ya que el padre deshonrado terminaba
entregándole a su hija en matrimonio para alejar la vergüenza (5). El sexo era satanizado cuando se
trataba de que lo disfrutaran las mujeres con los hombres o entre ellas, la violación era una mejor
forma de detestar a las mujeres. Sin embargo, las mujeres, en todas las épocas nos hemos defendido.
En la ciudad de Huy en el territorio de lo que hoy es Bélgica, en el siglo 12, una mujer llamada Juette,
mantuvo por 30 años una comunidad de Autodefensa de Mujeres. Las mujeres pobres que poblaban
las calles del medioevo escapando de la violencia machista tenían a donde llegar. Juette vivía junto a
otra mujer y no toleraba en su casa ni en su vida, a hombres ni a curas. Los que había conocido la
habían entregado al mejor postor a los 13 años y la habían violado reiteradamente en el matrimonio
(6).



“NI UNA MUJER MAS VICTIMA DE LAS REDES DE PROSTITUCION”

La violación no es el único abuso sexual contra las mujeres, la prostitución y la trata de mujeres
también lo son. La esclavitud de mujeres sigue vigente, y el mercado nuevamente es masculino.
“Los prostituyentes (clientes) son hombres, y sin prostituyentes no habría prostitución”.
Los prostituyentes son “nuestros hijos, padres, esposos, amantes, novios, amigos, compañeros”,
dicen las feministas argentinas, quienes este Agosto iniciaron la campaña "NI UNA MUJER MAS
VICTIMA DE LAS REDES DE PROSTITUCION".
Ellas informan que anualmente son ingresadas a la prostitución alrededor de 4 millones de mujeres
y niñas en el mundo, que en Argentina, cientos de ellas son secuestradas y desaparecidas por las
redes de proxenetas y que muchas han sido asesinadas. Declaran que la prostitución “no es un
trabajo”. Probablemente las trabajadoras sexuales organizadas, puedan discutirlo o tengan algo de
reflexionar al respecto, pero a no perder de vista que feministas y explotadas sexuales, todas
somos mujeres, que a quienes ejercen la prostitución o trabajo sexual en muchos países, se las
criminaliza mientras que el cliente sale libre de polvo y paja. No olvidar tampoco que las policías de
todas partes humillan y violan a las mujeres dedicadas a prostitución y que en todo el mundo sus
proxenetas y clientes las asesinan y que los ministerios de la mujer no contabilizan esos crímenes
como femicidios. Y jamás, jamás olvidar que “las víctimas de la violencia de la prostitución pueden
estar en la calle o recluidas o semi recluidas en prostíbulos, hoteles de lujo, departamentos,
whiskerias, locales de baile”.
Por todo esto las feministas argentinas dicen BASTA DE ASESINATOS Y DESAPARICIONES DE
MUJERES Y NIÑAS: ¡LAS ESTAMOS BUSCANDO, LAS QUEREMOS CON VIDA! Y como dirían
las feministas anarquistas bolivianas Mujeres Creando: “ninguna mujer nace para puta”.
Tampoco nacemos para ser violadas y quítense de la cabeza aquello de que “cuando una mujer
dice NO, quiere decir Sí”: ¡NO es NO!


1. El Mercurio, cuerpo D, página 16, domingo 23 de julio de 2000.
2. La Biblia, Antiguo Testamento
3. Las Hogueras de la Inquisición Víctor Montoya, Suecia, 2000
4. Jane Dowdeswell (sicóloga) “La violación” (Grijalbo 1987
5. y 6. Georges Duby. "Mujeres del Siglo XII” Ed. Andrés Bello..
7. El mercurio on line (30 de mayo de 2007).
Otras Fuentes:
Margaret Wade Labarge "La Mujer en la Edad Media“. Ed. Nerea
“Historia de las Mujeres” Tomos 2 y 3 Varios Autores Ed. Taurus
Carlos Fisas “Mujeres, amores y sexo en la Historia” Ed. Plaza & Janes
Informe de Amnistía Internacional 2007.
victoriamoralesaldunate@yahoo.es
Chile

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