(SEMlac).-
Guatemala elegirá este 2011 presidente, diputados y alcaldes, pero las mujeres nuevamente quedarán imposibilitadas de ser las grandes actoras a postularse en algunos de los puestos de poder, tras la negativa de los diputados a aprobar los cambios a la ley Electoral y de Partidos Políticos, los cuales apuntaban a la alternabilidad de género en la distribución de casillas y el sistema de cuotas.
Durante 13 años, organizaciones de mujeres como Tierra Viva, Moloj y Convergencia Cívico Política de Mujeres se sentaron a la mesa de trabajo para establecer cambios en la Ley Electoral y de Partidos Políticos, a fin de que las guatemaltecas pudieran tener un espacio digno en las listas de postulación a cargos públicos de los partidos políticos y comités cívicos, pero todo quedó en letra muerta.
Carmen Cáceres, de Convergencia Cívico Política de Mujeres, explica que el terreno todavía no está fértil. "Llevamos más de 10 años en eso. Ya estamos en año electoral y la ley ni siquiera fue incluida en la agenda del Congreso de la República", destaca; mientras que Delia Bac, diputada al Congreso de la República, califica como ’lenta’ la aprobación de la normativa.
Además, Bac prevé que la propuesta ya no llegará a la agenda legislativa, sin embargo Cáceres dice que si logra aprobarse por lo menos se tendría allanado el camino para los comicios de 2015.
Durante 13 años, organizaciones de mujeres como Tierra Viva, Moloj y Convergencia Cívico Política de Mujeres se sentaron a la mesa de trabajo para establecer cambios en la Ley Electoral y de Partidos Políticos, a fin de que las guatemaltecas pudieran tener un espacio digno en las listas de postulación a cargos públicos de los partidos políticos y comités cívicos, pero todo quedó en letra muerta.
Carmen Cáceres, de Convergencia Cívico Política de Mujeres, explica que el terreno todavía no está fértil. "Llevamos más de 10 años en eso. Ya estamos en año electoral y la ley ni siquiera fue incluida en la agenda del Congreso de la República", destaca; mientras que Delia Bac, diputada al Congreso de la República, califica como ’lenta’ la aprobación de la normativa.
Además, Bac prevé que la propuesta ya no llegará a la agenda legislativa, sin embargo Cáceres dice que si logra aprobarse por lo menos se tendría allanado el camino para los comicios de 2015.
Las organizaciones de mujeres en este país de 14 millones de habitantes y en el que más de la mitad son mujeres, buscan que en los listados a elección popular se alterne hombre, mujer, hombre, mujer indígena.
Eso debido a que Guatemala es un país multicultural donde prevalecen alrededor de 22 grupos descendientes mayas.
Pero la igualdad, paridad y alternabilidad de las mujeres en la participación política de este país centroamericano, pareciera ir en retroceso. Para muestra las elecciones generales de 2007, en donde, además, el machismo prevaleció.
De las 332 alcaldías que se disputaron entonces, sólo a 106 mujeres les fue permitido ser candidatas y consiguieron salir cinco, mientras que en la contienda electoral de 2003 al menos ocho obtuvieron el triunfo.
Incluso Dora Amalia Taracena, de Convergencia Política, no ve con buenos ojos que la junta directiva del Congreso a la República de 2010 ni siquiera haya incluido a una diputada, cuando en años anteriores al menos una mujer tenía presencia en esa instancia y hace una década dos de ellas ocuparon la Presidencia del Parlamento.
La brecha entre hombres y mujeres afiliadas a partidos políticos es grande, según estudios efectuados por asociaciones nacionales y extranjeras, y está ausente la inclusión femenina en comités ejecutivos de las organizaciones políticas.
A excepción del Partido de la Unidad de la Esperanza (UNE) y el minoritario partido Unidad Revolucionaria Guatemalteca (URNG), que tienen el 30 por ciento de sus cuotas designado a mujeres, el resto de las 14 agrupaciones no les ceden espacios a ellas para garantizar su elección.
Más bien las guatemaltecas son ubicadas en las últimas posiciones de las listas, lo que les veda la oportunidad de sentarse en una curul, destaca Cáceres. Y ello también incluye al gobierno, pues el actual gabinete no cuenta ni con una sola ministra, agrega.
El propio Organismo Judicial también contribuye a esa ausencia: de los 13 magistrados de la Corte Suprema de Justicia solo una es mujer. Lo mismo ocurre en la Corte de Constitucionalidad, donde sólo hay una magistrada de los cinco que integran el pleno del máximo tribunal.
Giracca afirma que aunque en estas elecciones de 2011 veremos más rostros de mujeres para cargos de elección presidencial, "no se debe olvidar el poder local y el poder en el Congreso que, en su conjunto, son quienes construyen el país".
Refiere que actualmente al menos cinco mujeres han comenzado a hacerse visibles en la política partidista para ocupar la silla presidencial, algo inimaginable ocho años atrás en este país, donde en 1945 se le dio el derecho a votar a las mujeres, pero únicamente a aquellas que sabían leer y escribir.
Históricamente fue en septiembre de 1998 cuando las organizaciones de mujeres hicieron la propuesta sobre las cuotas de participación política y efectivamente pasó a primera y segunda lectura en el Congreso de la República, pero después no se volvió a mencionar.
"Yo veo que los partidos siguen siendo machistas y patriarcales", dice Cáceres, y eso va a seguir así. "En este año electoral no va a haber cambios", sentenció.
La activista considera que si hay presión algunas mujeres podrían llegar a ocupar puestos privilegiados en los listados, "pero no será por ley sino por actitud".
La marginación de la mujer en Guatemala constituye una situación histórica. Actualmente este país ocupa el último lugar en América Latina en igualdad de género, y el 111 entre 134 países evaluados, según el reporte de la brecha global de género, elaborado por el Foro Económico Mundial.
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