La primera vez que Ellen lo cruzo, sintió un escalofrío repentino.Reacciono girando sobre sus hombros, como cuando alguien rosa su espalda, para reencontrase con esa mirada.El ya no estaba.
Hubo una segunda vez, la presentación del Workshops del grupo de teatro de
Indi, su pequeña hija de seis años.Lo cruzo en la entrada del teatro, con la interferencia de Indi y su nueva amiga de Celin. Las dos representarían junto a otros niños latinos la murga del Río de la Plata.Demian padre de Celin se acerco entre la muchedumbre a Ellen y mirándola a los ojos la saludo.Se miraron, corto e intenso.Solo eso basto.
A Ellen le pareció atractivo y mas.Luego cada uno siguió por su lado.
Semanas después Ellen recibe el llamado de Demian invitándolas a tomar el te los cuatro.
Ellen acepto la invitación.Hacia pocos meses que habían arribado a Manhattan, por una muestra fotográfica de Ellen en el SOHO , a ella le parecía bien relacionarse con otros argentinos fuera del país.Quizá así hiciera mas ameno los próximos tres meses en la gran ciudad.
Llegaron al majestuoso edificio de la quinta avenida y la calle 77.En la recepción les anunciaron que las esperaban en la azotea.Subieron, al piso quince, se abrieron las puertas del elevador, en ese momento sintió la magia.,la arquitectura, ese maravilloso jardín de invierno plagado de azaleas desde donde se podía observar todo el Central Park
nevado, la luz del atardecer acompañaba, la soledad también.Mientras las niñas jugaban Ellen y Demian charlaban, coincidían en muchas cosas, como si se conocieran de hace tiempo. Charlaron de lugares visitados en común, del gusto por la poesía de la música de Camarón, del olor a tierra mojada y tantas cosas más.
Empezó a oscurecer y Ellen sintió que era momento de partir.La retirada hubiese sido lo mejor en ese momento.Demian sugirió ir a patinar al Central Park con las niñas y luego llevarlas a su casa en el East Village.Ellen dudo, tratando de disimular su ansiedad y creciente fascinación de alguien que aun no conocía. Medio hora mas tarde los cuatro patinaban divertidos en el lago cerca del Zoo.
Paso una semana, esta vez fue Ellen quien llamo. volvieron a verse con las niñas. el vínculo entre ambos se hizo más cercano. Ellen fascinaba con Demian, su voz, sus comentarios, sus pausas, su risa, todo le parecía encantador.
Su terapeuta siempre le había dicho que los hombres se aferran a los iconos, el retorno, la memoria de lo bueno vivido.
Ellen se propuso volverse el icono de Demian.
Así empezó la obsesión y la espera, la angustia, el horror de lo sucesivo, las estrategias, todo para conseguir la conquista de un hombre que parecía impenetrable.
La insistencia de Ellen aumentaba, sin respuestas.No dejaba que Demian la cortejara, siempre se adelantaba la ansiedad la superaba.Ya no tenía treinta, aunque seguía manteniéndose sexy y atractiva, diez años más le pesaban.
Luego de tres meses de idas, vueltas y fracasos, Ellen abandono la gran manzana, el glamour, los rascacielos, el Central Park y la idea de conquistar al impenetrable Demian.
Al llegar a Argentina, madre e hija se instalaron en un departamento en Villa Ortúzar Ellen reorganizo su vida y la de Indi, nuevo colegio, nuevos amigos, nuevos proyectos.
Todos los Domingos, al atardecer iban a la plaza 14 de julio a metros de su nuevo hogar allí un grupo "Los Murgueros" ensayaba al compás de los bombos y silbatos sus coreografías.Indi fascinada por el espectáculo se integraba al grupo sin preguntar.
Ellen sacaba fotos, de cada personaje, de cada color, de su hija danzando, de las polleras moviéndose al viento, de las cabelleras iluminadas por las primeras estrellas del claro anochecer de verano.
Podía captar la pasión, el barrio, la calle, el espíritu del Carnaval en cada toma.
Era algo único y mágico.”Los Murgueros” la convirtieron en su fotógrafa oficial.
El ensayo era una cita obligada todos los domingos. conoció los talleres ,las señoras que cosían por días lentejuelas, y sus historias y sintió el Río de la Plata corriéndole por la sangre.La murga se había transformado en su icono, en su amor, había entrado en su corazón de la forma más simple, para quedarse.
Llegaron los Carnavales y las presentaciones de las murgas a competir.Ellen ayudo en lo que sabia, la puesta del escenario, hizo una instalación de fotos móvil, hasta una gacetilla con la historia de “Los Murgueros” acompañada por sus tomas fotográficas.
El último fin de semana de presentación de las murgas el jurado estaba listo , y el grupo también .Corría una brisa calida , la luna brillaba sobre el asfalto, era una noche hermosa cientos de personas formando un circulo alrededor del jurado , observando, brindando, bailando, disfrutando. Indi jugaba cercana con sus nuevos amigos. La luz de un relámpago ilunimo el cielo Ellen volvió a sentir ese escalofrío, dulce y recordable, giro sobre sus hombros, y ahí estaba Demian de la mano de Celin .El le sonrío. Ellen, desconcertada, y aturdida, tomo a Indi y comenzó a caminar rápidamente perdiéndose entre la muchedumbre. Faltaban solo minutos para el anuncio de la murga premiada .De fondo se escuchaban bombos, aplausos y festejos de “Los Murgueros”.
Demian corría entre la gente para alcanzar a Ellen, que iba a paso apresurado, a veinte metros de distancia .El la llamo. Ellen se detuvo. Demian se acerco, se miraron corto e intenso.Solo eso basto. Demian .le tomo la mano tembloroso, y le susurro perdón.
Las niñas se reencontraron y festejaron al compás lejano de la música.
Se apagaron las luces de la calle ya los bombos y silbatos más lejanos eran traídos por la brisa que anunciaba una lluvia de verano inesperada, caían las primeras gotas.Demian y Ellen se abrazaron como borrachos de carnaval.
El jurado," Los Murgeros”, el publico, todos corrían escapando de la lluvia hacia distintas direcciones.
Amo el olor a tierra mojada, dijo Ellen. Demian la abraza con pasión, se unen en un beso de esos que se dan sin tragar monedas. Por los altoparlantes comienza a sonar “Negra Murguera agua de sanja, piel de vereda…” Ellen supo que habría muchos más carnavales con Indi, Celin y,”Los Murgueros” de Villa Ortúzar.
La murga, el carnaval eran ya el icono de Ellen y Demian.
Negra murguera
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