domingo, 10 de octubre de 2010

Hoy tengo un día
anárquicamente
colmado de ideas,
quizás sea por el amor
entendido desde el sexo,
quizás por las caricias
en mi rostro y en mi cuello.
Tengo tanta necesidad
de palabras,
tanto qué decir,
tantos “por dónde empiezo”,
misericordiosa
forma de querer expresarme,
perplejidad,
holocausto de pensamientos,
estrepitoso ir y venir
de recuerdos.
Tengo un día
de miradas
extremadamente apagadas.
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No quiero caminar
por solo tener piernas,
no quiero recorrer
el mismo camino
una y otra vez,
por ser el único sendero,
si miro para mis lados
se cual es el izquierdo.
No quiero llorar
por sólo tener lágrimas,
no quiero vivir
por sólo respirar,
no quiero encontrarme
en el mar
un día de invierno.
No quiero olvidar
mis seres queridos
por haber perdido
la memoria,
no quiero simplemente
existir sin decir nada.
No quiero llegar nunca
al mar,
en un día de invierno.


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