martes, 30 de noviembre de 2010

Mujeres Periodistas



Por: Ileana Alamilla

Si en algo ha habido ade-lanto es en la presencia de las mujeres en las universidades y en los medios de comunicación. De esto dan fe las involucradas.
En Rusia y Suecia, ellas forman la mayoría de la mano de obra del periodismo, pero no juegan un papel igual en el proceso de la información.
Según el Proyecto Global de Observación de los Medios, estudio que se hace cada cinco años desde 1995, en el 2005, en todo el mundo, el 57 por ciento de los presentadores de televisión era mujeres, pero solo el 29 por ciento de las noticias estaba escrita por ellas.
Otro hallazgo fue que únicamente el 23 por ciento de las noticias consideradas serias fue cubierta o escrita por mujeres, a quienes suele asignárseles temas ligeros, como asuntos sociales, familia, arte y vida.
Sin embargo, en los últimos años los progresos han sido significativos. Las mujeres han irrumpido como corresponsales de guerra, un terreno que solía ser exclusivamente masculino, corriendo los mismos riesgos, pero con amenazas adicionales de violencia sexual, intimidación y discriminación, muchas se ven obligadas a utilizar equipos de seguridad poco adecuados, diseñados solo para formas y tallas masculinas.
Estos datos están recogidos en el análisis “Instalar el Equilibrio”, de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que incluye consejos para promover la igualdad de género en los medios, referidos a aspectos relativos al liderazgo, la legislación, la igualdad de oportunidades, las diferencias salariales por razón de sexo, las condiciones de trabajo y la seguridad de los y las periodistas.
Es preciso meditar sobre estos aspectos que tienen íntima relación con los compromisos nacionales e internacionales relacionados con la necesaria igualdad de derechos y de oportunidades, con la protección de la maternidad, los descansos para amamantar a los pequeños, la prerrogativa de contar con guarderías para el cuidado de los hijos (as), etc.
También recomienda que los turnos de noche deben ser compensados con transporte hasta el domicilio de las mujeres, como parte de las políticas de las empresas, regularmente ausentes o incumplidas.
Un aspecto que está presente en el ámbito periodístico es el acoso sexual, que según la FIP es muy difícil de plantear y de probar.
Se ignora, se soslaya o no se aborda, evasión replicada por las propias mujeres.
El documento comentado recoge informes del Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa (INSI, en inglés), en una indagación que reveló que más del 82 por ciento de las encuestadas denunció ataques físicos o intimidaciones en las coberturas de conflictos.
El INSI formuló un serie de recomendaciones para mujeres que informan en primera línea, las que incluyen consejos prácticos de mujer a mujer.
Estos aportes y reflexiones debemos conocerlos, discutirlos y colocarlos a debate en los medios. Es necesario abordar en el campo periodístico la necesaria transformación cultural y mental, para empujar el equilibrio y la igualdad de género.
La formación y el conocimiento de estas realidades son obligaciones de los profesionales que trabajan con la realidad.
No demos la espalda a los derechos de las periodistas que trabajan intensamente para abrirse campo.


Fuente: CERIGUA.

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