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En menos de una semana cinco mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Ya son 32 las mujeres asesinadas en 2010, diez más que en el mismo periodo de 2009. ¿Hay un porqué para este repunte?, ¿podemos hacer algo?
Según los últimos datos facilitadas por el Ministerio de Igualdad sólo cinco de las víctimas habían denunciado a su agresor, una de ellas había retirado la denuncia y tres obtuvieron medidas de protección tras haberlas solicitado, que estaban en vigor cuando fueron asesinadas. Si hay información disponible y la Ley de Igualdad asegura recursos,
¿por qué vuelven a dispararse las cifras de malos tratos? Hemos hablado con María José Bueno, psicóloga especialista del programa de Violencia de Género de la Federación de Mujeres Progresistas.
“Todos nos preguntamos el porqué de este repunte. El 2009 acabó con unas cifras desgraciadamente altas pero más bajas que otros años. No conocemos el conjunto de causas que pueden haberlo originado, lo que sí es cierto es que nos tiene que servir para darnos cuenta de que no podemos bajar la guardia”, explica.
Nos hemos preguntado también por las consecuencias que puede tener en la lucha contra la violencia de género la persistencia de “mitos” asociados. “La tendencia a encasillar paraliza en muchos casos a la propia víctima. Es especialmente peligroso que se reproduzcan los mitos y estereotipos en lo medios de comunicación. Los medios tienen que ser conscientes de su poder y su responsabilidad y mostrar la diversidad de situaciones y de perfiles que rodean a la violencia de género. No hay que mostrar a la sociedad sólo las frías cifras, también todo lo que hay detrás, las condenas que reciben los agresores, las formas de prevenir, etc.
La experiencia del día a día en los servicios especializados nos ha desmontado todos los mitos que giran alrededor de la violencia de género, así que basta ya de reproducirlos”, señala Bueno.
“La violencia machista es fruto de un estallido, de una pérdida del control, de los nervios del momento”
Es un mito totalmente falso. La violencia de género es un exponente de la desigualdad que vivimos en nuestras sociedades. No surge de un estallido, surge del intento de controlar a la otra persona hasta el extremo.
“Los agresores son adictos al acohol o lo hacen bajo el efecto de las drogas”
No es así en la gran mayoría de casos. El consumo de sustancias y de alcohol puede agravar una situación de violencia de género, pero no es la causa de ella. Muchísima gente bebe alcohol y consumen drogas y no agreden a su pareja.
“Los maltratadores sufren una enfermedad mental”
Es totalmente falso. Prácticamente la totalidad de los agresores no tienen enfermedad mental.
“El maltrato se da principalmente en familias de bajos ingresos y etnias minoritarias. Lo sufren más las mujeres de bajo nivel cultural y las mujeres inmigrantes”
El maltrato se da en todas las clases sociales, lo sufren mujeres de todos los niveles de formación, con empleo… Durante mucho tiempo se ha mantenido este mito en la cabeza de mucha gente, se ha pensando que las mujeres víctimas de violencia eran mujeres de una cierta edad, recluidas en casa, etc., cuando las cifras demuestran que entre un 60 y un 70% de las víctimas son menores de 45 años. Además más del 50% de las mujeres maltratadas tienen estudios medios y superiores y más del 50% son trabajadoras en activo (que serían más si no fuera por esta situación de crisis que vivimos).
Lo mismo pasa con el perfil de los agresores. Hay hombres maltratadores en todos los estratos sociales y de todo tipo de formación.
También hemos oído mucho decir que las mujeres inmigrantes. Según datos del Ministerio de Igualdad el 63,6% de las mujeres asesinadas víctimas de la violencia machista en 2009 eran españolas. A pesar de esto, la tasa es mucho mas elevada en mujeres extranjeras, representando cerca de 9 fallecidas por millón de mujeres extranjeras que viven en nuestro país frente a la tasa de las mujeres españolas asesinadas que fue de cerca de 2 por millón. Existe un reconocimiento internacional acerca de la doble vulnerabilidad a sufrir esta violencia, por ser mujer y por ser migrante, de estas mujeres. En el caso de las mujeres en situación administrativa irregular, estaríamos ante una situación de triple vulnerabilidad. Todo esto tiene que ver con las condiciones específicas que viven: dificultades económicas y lingüísticas, inexistencia de una red familiar y social de apoyo, desconocimiento de las leyes, y desconfianza de las instituciones, entre otras. Muchas mujeres inmigrantes viven una situación de vulnerabilidad especial, pero las mujeres españolas están también expuestas, lo único que las diferencia, es que quizás las españolas tengan una mayor facilidad para acceder a los recursos disponibles.
¿Qué puedes hacer tú?
La psicóloga del programa de Violencia de Género de la Federación de Mujeres Progresistas nos da 4 claves para actuar ante esta lacra:
La psicóloga del programa de Violencia de Género de la Federación de Mujeres Progresistas nos da 4 claves para actuar ante esta lacra:
1) Quiérete bien. El amor tiene que sumarnos siempre, no restarnos. Nos tiene que dar alegría, hacernos crecer, no cortarnos, no limitarnos. Actúa contra la violencia machista respetándote y pidiendo respeto para las demás. La violencia machista no es algo inherente a las relaciones de pareja. Por eso, trabaja por tener una relación libre y da este mismo mensaje en tu entorno.
2) Si eres víctima de violencia de género o crees que puedes serlo, acude inmiediatamente a un asesoramiento especializado. Puedes llamar al teléfono 016 o contactar con la Federación de Mujeres Progresistas que te redirigirán al servicio especializado que tengas más cerca. El objetivo de los servicios especializados es favorecer el empoderamiento de las mujeres que han sido víctimas de violencia machista. Para ello se promueve una atención integral (psicológica, jurídica y social) que les permite poder decidir de forma autónoma sobre su proceso de desvinculación del agresor, incluida la interposición o no de denuncia. Su función es acompañarlas, pero son ellas las que libremente han de decidir el camino a seguir en dicho proceso.
3) Si crees o sospechas que alguien de tu entorno puede estar siendo víctima de la violencia machista, ¡no te calles! La violencia machista la puede denunciar cualquier ciudadano o ciudadana no tiene por qué ser la propia víctima. Si estás ante una emergencia llama a la policía. Si crees que puede haber un riesgo tú también puedes acercarte a un servicio especializado para que te orienten y ver qué puedes hacer.
4) Desde los medios de comunicación también puedes actuar contra la violencia machista. Si eres periodista trata de visibilizar no solamente las muertes, también los castigos, las penas que recaen sobre los maltratadores. Que no parezca que no pasa nada. Muestra en tus noticias y reportajes la diversidad de situaciones y perfiles que se esconden tras la violencia de género. Como lector o lectora también puedes reclamar este tipo de informaciones contactando con las defensorías de los lectores o a través de las cartas al director.
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